Los mejores lugares que ver en Estambul en 4 días

La antigua Constantinopla es una de esas ciudades que seguro has soñado alguna vez con visitar. Si finalmente vas a preparar tu viaje, hoy te traigo una guía sobre qué ver en Estambul en 4 días, dividida por distritos para que te sea más fácil llevar a cabo la planificación de tu aventura.

Estambul es una ciudad de 15 millones de habitantes y situada en dos continentes separados por el Estrecho del Bósforo, por lo que puede resultar abrumador planear un viaje. Por ello mi recomendación es que lo prepares con tiempo y que te des varios días para recorrerla y así poder disfrutar de todo lo que tiene que ofrecer. Yo he estado en dos ocasiones y aún así siento que me falta mucho por conocer.

Yo en una calle colorida de Estambul
Te cuento qué hacer en Estambul en 4 días por distritos para que no te pierdas nada. Calle Kariye Bostani

Te recomiendo alojarte en el centro o en las zonas más turísticas, como la zona de la Torre de Gálata o Sultanahmet para así tener la mayoría de los lugares que visitar en Estambul cerca. Muchos lugares los puedes visitar a pie, y también encontrarás que es fácil moverte de un lado para otro por su buena red de transporte público, con metro, tranvías, funiculares, etc. Además, es una ciudad muy segura y con gente encantadora, así que te ayudarán con cualquier cosa que necesites.

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Repaso a la historia de Estambul

Antes de entrar de lleno en ese listado por distritos de las principales cosas que hacer en Estambul, déjame mencionar brevemente su historia, pues seguro que te ayudará a comprender un poco mejor sus monumentos y la disposición de la ciudad.

Estambul es una de las ciudades más fascinantes del mundo y es debido a su pasado. Ha sido capital del imperio romano, del imperio bizantino y del imperio otomano, y todos ellos han dejado su huella en la ciudad a modo de construcciones y costumbres. Ahora ya no es capital, porque se trasladó a Ankara con la fundación de la República de Turquía, pero es la ciudad más poblada y visitada del país.

El estrecho del Bósforo la divide en dos, teniendo una parte en el continente europeo y otra en el asiático. Fue fundada por los griegos en la zona europea en el 667 a.C. y se llamó Bizancio. En el 100 a.C. pasó a ser romana y en el 330 d.C. el emperador Constantino la designó capital del imperio romano de Oriente, llamándose desde entonces Constantinopla. Fue construida a imagen de Roma y, debido a su situación estratégica, fue una importante ciudad medieval.

En 1453 Mehmed II conquista la ciudad comenzando el imperio otomano hasta que llega la decadencia de los sultanes y Atatürk funda la República de Turquía en 1923. Finalmente, en 1930 la ciudad pasó a llamarse oficialmente Estambul, aunque este nombre ya era utilizado durante la época otomana. Hoy en día es una ciudad muy cosmopolita y bella, y una de las más apasionantes del mundo para viajar sola.

Murallas de Constantinopla
Las murallas de Constantinopla son uno de los legados del pasado de Estambul

Qué ver en Estambul en 4 días

Ahora sí, ¡vamos con lo interesante del post! Como te decía, he dividido esta información sobre Estambul en distritos, y es que creo que de esta manera te será más fácil cuadrar los días. Yo estuve 4 días recorriendo la ciudad, así que una propuesta sería la siguiente:

  • dedicar los dos primeros días a Fatih (donde se encuentran muchos de los monumentos más importantes de la ciudad) y Eyup,
  • el tercero a Beyoglu y Besiktas,
  • y el cuarto a cruzar a la parte asiática y recorrer Kadiköy y Üsküdar.

Qué ver en Fatih

Fatih es el distrito más importante a nivel turístico de Estambul y es que es allí donde se concentra gran parte de sus museos y grandes monumentos. La Plaza de Sultanahmet es el epicentro de todo, así que será un buen punto de partida para recorrer toda esta parte de la ciudad. Desde allí, por cierto, salen free-tours como éste, y te recomiendo hacerlo el primer día para conocer mejor la historia de la ciudad y así tener una perspectiva y datos históricos a la hora de visitarlo todo.

Santa Sofía

Si hay un monumento emblemático de Estambul, ése es Santa Sofía. También llamada Ayasofia o Hagia Sophia, lleva en pie más de 1500 años. La construyó Justiniano I entre los años 532 y 537 y sirvió como iglesia hasta 1453, cuando los otomanos la convirtieron en mezquita. En 1934 se convirtió en museo y ahora, en 2020, se ha vuelto a convertir en mezquita.

Desde fuera llama la atención su mezcla de estilos y por dentro su majestuosidad, con sus 56 metros de alto y la cúpula de más de 30 metros de diámetro. Para tener la mejor vista desde dentro, no dejes de subir a la galería superior donde, además, puedes ver mosaicos bizantinos descubiertos tras la capa de yeso que se puso al convertir el lugar en mezquita. Al haberse convertido en mezquita, ahora la entrada es gratuita y debe hacerse fuera de los horarios de rezo.

Para más información, no te pierdas el post «Cómo visitar Santa Sofía, la joya de Estambul«

Interior de Santa Sofía en Estambul
Uno de los lugares más importantes que visitar en Estambul es Santa Sofía

Mezquita Azul

Frente a Santa Sofía, al otro lado de la plaza, se encuentra la Mezquita Azul, aunque los turcos no la llaman así, sino Mezquita del Sultán Ahmed, su verdadero nombre. Junto a ella, de hecho, se encuentra el mausoleo del sultán y su familia. El alias de «azul» viene de la decoración del interior, con más de 20.000 azulejos.

Es una de las mezquitas más espectaculares, con 200 vidrieras y 43 metros de altura, y es que fue construida a principios del siglo XVII con la intención de convertirla en la principal mezquita de la ciudad. De hecho, hubo una gran polémica por los seis minaretes que tiene, pues hasta entonces solamente La Meca tenía tantos y se entendió como una ofensa. Finalmente, la polémica se zanjó construyendo un séptimo minarete en la ciudad saudí.

Al ser una mezquita es gratis entrar, aunque solo puedes hacerlo en horas de visita turística. En horas de rezo cierran para no molestar a los creyentes que acuden al rezo. Recuerda que debes cubrirte la cabeza y descalzarte para entrar.

Mezquita Azul en la plaza de Sultanahmet
Aunque la Mezquita Azul se encontraba en mantenimiento cuando fui, es preciosa también por fuera

Hipódromo

Frente a la Mezquita Azul se situaba en la época romana el hipódromo, dónde se hacían las carreras de cuadrigas. Del hipódromo queda más bien poco, ya que las gradas se destruyeron, pero sí están aún las columnas que adornaban su parte central y que tienen muchos años de antigüedad. La más antigua fue robada en Egipto y la segunda más antigua se construyó con las armas y escudos de los soldados derrotados en la Cuarta Cruzada.

Palacio de Topkapi

Residencia de los sultanes hasta mediados del siglo XIX, el Palacio de Topkapi es una preciosa muestra de la arquitectura otomana. En la visita podrás recorrer sus diferentes patios, los edificios de las dependencias de gobierno del sultán, el harén, donde se hacía la vida privada, el tesoro o las reliquias de Mahoma. Hay además unas vistas espectaculares al Bósforo.

Para más información, quizá te interese el artículo sobre cómo visitar el Palacio de Topkapi.

Harén del Palacio de Topkapi
El salón principal del harén es de lo mejor del palacio de Topkapi

Cisternas subterráneas

Debajo de Estambul existe otra ciudad, y es que entre las muchas cosas que se pueden encontrar en el subsuelo están las cisternas. Se trata de increíbles construcciones con las que los bizantinos dotaban de agua potable a la creciente población. La más famosa es la de Yerebatán, conocida como Basílica porque había una iglesia encima.

Está situada al lado de Santa Sofia y tiene 336 columnas, algunas interesantes como la llorona o las cabezas de medusa. Se construyó en la época de Justiniano I (allá por el 500) para dotar de agua potable a toda esta zona.

La cisterna más conocida es la de la Basílica, pero hay muchas otras por todo Estambul. Una de ellas es la que hay en la tienda de alfombras Nakkas, que se puede visitar de forma gratuita. La cisterna se descubrió por casualidad y querían tirar el edificio, pero como la tienda ya era muy conocida y tenía nombre, llegaron a un acuerdo por el que los propietarios de la tienda se comprometían a abrirla al público. Además, hay una exposición que te cuenta la historia del hipódromo con una maqueta a modo de reconstrucción. Así pues, simplemente ve a la tienda y di que quieres visitar la cisterna.

Bazares de Estambul

A la hora de ir de compras, lo tienes fácil, porque hay tiendas y puestos por todas partes. Ahora bien, algunos de los lugares más conocidos son sus bazares. El Gran Bazar es el mercado por excelencia de Estambul. Hay cientos de puestos en los que se vende de todo, desde ropa hasta lámparas, pasando por joyas, souvenirs, especias, alfombras… No suele haber precios así que tendrás que sacar a relucir tus dotes de regateadora si quieres comprar algo.

También muy concurrido está siempre el Mercado de las Especias, donde originalmente se vendían especias aunque hoy día se vende de todo. A mi personalmente me gusta más que el Gran Bazar, me da mayor sensación de orden, dentro de que también hay mucha gente a todas horas.

Mucho menos conocido que el Gran Bazar o el Bazar de las Especias, Arasta es una calle llena de tiendas justo detrás de la Mezquita Azul. No tiene nada que ver con estos bazares, sino que aquí todo es más ordenado, más caro y de mayor calidad.

Mercado de las Especias
No te pierdas el colorido y abarrotado Mercado de las Especias

Mezquita de Solimán

Hasta hace poco, la mezquita más grande de Estambul no era la Mezquita Azul, sino la Mezquita de Solimán. Solimán I El Magnífico la ordenó construir y fue Mimar Sinan, el mejor arquitecto del imperio otomano, el que la levantó. ¡Llegó a competir en importancia con Santa Sofía! Actualización: desde 2019 ya no es la más grande, sino que ahora la supera la mezquita de Çamlıca, en la parte asiática.

Con 53 metros de alto y 27 de diámetro al acceder a ella te sientes pequeñita, y eso que fue devastada por incendios y terremotos varias veces. Por suerte, ha sido siempre reconstruida y gracias a ello hoy es uno de los edificios más imponentes en Estambul. Aunque ya no sea la mezquita más grande (perdió este título en 2019 en favor de la mezquita de Çamlıca, en la parte asiática), sigue siendo impresionante.

Interior de la mezquita de Solimán
Interior de la mezquita de Solimán

Mezquita Nuruosmaniye

Otra mezquita que visitar en Estambul y que merece mucho la pena por su grandeza es la de Nuruosmaniye, justo frente a la puerta 1 del Gran Bazar. Se mandó construir durante el gobierno del sultán Mahmud I, pero murió antes de completarla, así que pasó a llamarse «la luz de Osman» por el sultán en el poder en ese momento y por la gran cantidad de ventanas que tiene (174).

Acueducto de Valente

Uno de los lugares que más me sorprendió encontrar en Estambul fue el acueducto de Valente (siendo de Segovia, me gusta encontrarme otros acueductos por el mundo). Es una obra construida en el año 368 por el emperador bizantino Valente para llenar las cisternas bajo la ciudad. Tenía 1 kilómetro de longitud y, aunque no se conserva entero, podrás apreciarlo en bastante buen estado en el parque Sarachane. No dejes de asomarte también a la mezquita del sultán Mehmet que está al lado.

Yo en el acueducto de Valente
Me sorprendió (y me encantó) encontrarme con un acueducto en Estambul

Murallas de Constantinopla

La Estambul de la época otomana era conocida como Constantinopla y las murallas de aquella ciudad aún se conservan. No se puede subir a ellas, pero sí verlas desde fuera. Hay un buen tramo, así que te recomiendo planificar un tiempo al visitar esta parte de la ciudad para darte un paseo y contemplarlas. ¡A mi me sorprendieron muchísimo!

San Salvador de Cora

En turco Kariye Camii, algunos lo llaman la Capilla Sixtina del arte bizantino. Este lugar nació como iglesia bizantina y posee mosaicos de un gran valor, ya que se conservan desde el año 1300. Antes era un museo, pero en 2020 San Salvador de Cora fue convertida en mezquita igual que Santa Sofía. La entrada ahora es libre y gratuita, pero siempre fuera de los horarios de rezo. Se encuentra cerca de las murallas.

Mosaicos bizantinos en San Salvador de Cora
Algunos de los mosaicos que se pueden ver en San Salvador de Cora

Calle Kariye Bostani

También cerca de San Salvador de Cora y las murallas hay una calle muy instagrameable que se llama Kariye Bostani. En la época otomana las casas de Estambul eran de madera, pero debido a los terremotos y los incendios se han ido destruyendo. En este barrio aún se conservan algunas y sin duda las de esta calle son una monada.

Qué ver en Eyüp

Eyüp no es un distrito muy conocido de Estambul, pero merece la pena adentrarse en sus calles y conocer algunos lugares. Allí no verás demasiados turistas, sino mucha gente local, así que te será más fácil comprender cómo es la vida en Turquía.

Mezquita de Eyüp

Un lugar que no te puedes perder es la mezquita de Eyüp, que es muy bonita y merece la pena asomarse. Esta no es una mezquita frecuentada por turistas, así que recuerda llevar un pañuelo para cubrirte la cabeza. En las mezquitas más famosas, como la Azul, te dejan un pañuelo si no tienes, pero aquí no hay.

Mirador de Pierre Loti

En los alrededores de la Mezquita de Eyüp encontrarás el teleférico que te lleva hasta lo alto de una colina donde se encuentra el mirador de Pierre Loti, uno de los lugares con mejores vistas de toda la ciudad. Está algo retirado del centro, pero merece la pena llegar hasta allí.

Se trata de un mirador situado al final del Cuerno de Oro, por lo que se tiene una vista preciosa de esta parte del Bósforo, las mezquitas, Santa Sofía, Topkapi e incluso la torre de Gálata. Para subir en el funicular te vale la tarjeta de transporte y es una experiencia en sí. Cuando estés arriba, además de las fotos de rigor, tómate algo en sus terrazas. Las vistas son muy buenas y los precios muy económicos.

Vista de Estambul y el Cuerno de Oro desde el mirador de Pierre Loti
Vista de Estambul y el Cuerno de Oro desde el mirador de Pierre Loti

Qué ver en Beyoglu

Puede que Beyoglu no te suene de nada, pero si te digo Taksim y Gálata, seguro que sí, ¿verdad? Es el distrito en el que se encuentran estos dos famosos lugares que, por supuesto, tienes que visitar. También existe un free-tour por allí que sin duda te ayudará a entender mejor su pasado y su presente.

Puente de Gálata

Para llegar hasta esta parte de la ciudad desde Sultanahmet lo mejor es cruzar el Puente de Gálata, ya sea a pie o en transporte público. La peculiaridad de este puente es que tiene dos niveles; por arriba va el tráfico y por abajo hay restaurantes.

Es uno de los mejores lugares para ver el atardecer en Estambul, y es que desde aquí se puede apreciar perfectamente cómo el sol se refleja en las aguas del Cuerno de Oro. El Cuerno de Oro es un entrante de mar en tierra desde el Estrecho del Bósforo y divide, por así decirlo, la parte europea de la ciudad en dos. Lleva este nombre por su forma (de cuerno) y porque al atardecer el sol pinta el agua de un color dorado. Si además de verlo desde el puente quieres verlo desde otro punto de vista, te animo a tomar un crucero por el Bósforo y el Cuerno de Oro al atardecer.

Puente de Gálata al atardecer
El puente de Gálata sobre el Cuerno de Oro y la Torre de Gálata asomando entre los edificios

Torre de Gálata

Uno de los miradores más famosos de Estambul es la Torre de Gálata, con 61 metros. Se construyó en el año 1348 para la defensa de la ciudad y hoy en día es un museo. Subir a ella cuesta 100TL y hay muy buenas vistas, pero como plan alternativo puedes subir a tomar algo a alguna de las azoteas de esta zona y tener la vista con la torre de Gálata en primer plano.

Calle Istiklal

Otro lugar curioso de Estambul es la calle Istiklal. Es la calle más comercial del centro de Estambul, llena de tiendas y cafeterías. Hay un tranvía de estilo antiguo que la recorre aunque lo mejor es caminarla para fijarte en los edificios, especialmente el que esconde la iglesia de San Antonio en su interior. En los alrededores se ubica el Pera Palace, el hotel donde Agatha Christie escribió Asesinato en el Orient Express.

Plaza Taksim

Al final de la calle Istiklal está la plaza Taksim, el corazón de la ciudad y el punto de encuentro de la mayoría de la gente para ir de compras o salir de fiesta por esta zona. En el centro puedes ver una escultura a los héroes de la patria.

La calle Istiklal
La calle Istiklal abarrotada una tarde

Qué ver en Besiktas

En este caso puede que te suene el nombre de Besiktas porque hay un equipo de fútbol que lleva este nombre. Más allá de eso, hay dos lugares que me gustaría destacar del distrito porque considero que son imprescindibles en una visita a Estambul.

Palacio de Dolmabahçe

Cuando los sultanes se dieron cuenta de que el Palacio de Topkapi se estaba quedando desfasado respecto a las modas europeas (sintiendo cierta envidia de Versalles o San Petersburgo), se mandaron construir nuevos palacios para estar a la altura. Así, a mediados del siglo XIX se mudan a Dolmabahçe, un precioso palacio a orillas del Bósforo que hoy día puedes visitar.

No se pueden tomar fotos en el interior para preservarlo (está todo el mobiliario original) y hay que cubrirse los pies con unas bolsas de plástico (la verdad es que le hacen un flaco favor al planeta porque además ya lo tienen todo cubierto con alfombras para proteger el suelo). En muchos lugares había leído que no merece la pena, pero en mi opinión debería ser visita obligatoria, me gustó más que Topkapi. ¡Tiene unos salones realmente impresionantes!

Visita el post sobre el Palacio de Dolmabahçe para más información.

Puerta de entrada al Palacio de Dolmabahçe
Así de espectacular es la puerta de entrada al Palacio de Dolmabahçe

Mezquita de Ortaköy

Una de las mezquitas más bonitas que conocer en Estambul es la de Ortaköy, tanto por dentro como por fuera. Se sitúa a orillas del Bósforo, al lado del puente de los Mártires del 15 de julio, por lo que la imagen es de postal. Por dentro es pequeñita, pero parece como la sala de un palacio. Muy bonita.

Qué ver en Üsküdar

Como te decía y bien sabrás, Estambul está asentada en dos continentes. Hasta ahora te he hablado de la parte europea, pero merece mucho la pena cruzar el Bósforo y plantarse en la asiática para ver los barrios donde no hay tantos turistas. Para llegar, puedes tomar el metro o un ferry con la tarjeta de transporte público.

Mezquita Sakirin

Ya que terminaba de hablar de Besiktas con una mezquita, me gustaría mencionar otra que se encuentra, esta vez, en Üsküdar. Se trata de la Mezquita Sakirin, la primera mezquita diseñada por una mujer, Zeynep Fadıllıoğlu. Es muy moderna y nueva (2009), lo que le da un toque muy diferente a todas las demás. Me la recomendó Sara de Viajar lo cura todo y es una monada.

Torre de la Doncella

Ubicada en las aguas del Bósforo, la Torre de la Doncella es uno de los edificios más icónicos que visitar en Estambul. Cuenta la leyenda que un padre fue advertido de que su hija moriría antes de cumplir los 18 años por la picadura de una serpiente, así que la encerró en esta torre para que estuviera a salvo. Cuando llegó el día de su 18 cumpleaños, la hija seguía viva, así que su padre le regaló una cesta con frutas para celebrar que la profecía no se había cumplido, pero entre las frutas se había escondido una serpiente que finalmente picó a la joven y murió.

En turco esta torre se llama Kiz Kulesi y es posible verla desde ambos lados del Bósforo, aunque la mejor vista es desde el barrio de Üsküdar. En su interior hay un museo que cuesta 40 liras y un restaurante donde desayunar, tomar un brunch o incluso cenar al atardecer. Para llegar, puedes hacerlo en barco desde Kabatas en la parte europea o Üsküdar (frente a la torre) en la parte asiática.

Torre de la Doncella al atardecer
Una de las postales más bonitas de Estambul es la de la Torre de la Doncella en el Estrecho del Bósforo al atardecer

Atardecer en «Las alfombras»

Y con tan buenas vistas como las que hay desde la Torre de la Doncella, ¿por qué no incluir la propia torre en la imagen y llevarte la postal perfecta de Estambul? Frente a la torre existe una zona conocida como «Las Alfombras», en la que puedes sentarte a tomar un té mientras ves el atardecer. Es realmente bonito ver el contraste del skyline de Estambul y cómo cambian los tonos del cielo. Sin duda, el mejor lugar para acabar un día en esta fantástica ciudad.

Qué ver en Kadiköy

Otro distrito que recorrer en la parte asiática de Estambul por el que merece la pena pasear es Kadiköy. Aquí no encontrarás apenas turistas y verás algunas de las zonas más animadas de la capital. Los alrededores del puerto y estación de Kadiköy están llenos de puestos de comida y restaurantes.

De lo mejor que puedes hacer por allí es pasear por todo el paseo marítimo junto al mar de Mármara y contemplar las islas de los Príncipes justo en frente. Puede que incluso te encuentres gente bailando espontáneamente Halay, que es una danza en la que cualquiera puede unirse tomándose de la mano con el resto de bailarines y formando una media luna para moverse en círculo repitiendo los mismos movimientos todos a la vez. ¡Disfruta del paseo y observa qué distinta es esta parte de la ciudad!

En este post he reseñado los lugares más interesantes que ver en 4 días en Estambul, pero hay muchos más que seguro vas a descubrir caminando por sus calles. A mi es una ciudad que me encanta y estoy segura de que volveré en algún momento a seguir conociendo nuevos rincones y atracciones turísticas. Quizá cuatro días no sea suficiente para abarcarlo todo, pero sí para llevarte una buena impresión de todo lo que ofrece. Si quieres más información sobre la ciudad, no te pierdas el post sobre viajar sola a Estambul.

Este post pertenece a la guía para viajar sola por Turquía

Estela Gómez

Viajera y fundadora de #QuieroViajarSola. Desde que comencé a viajar sola en 2016 siempre tuve una inquietud: motivar a otras mujeres a viajar solas. Para ello, decidí crear este blog en 2018, en el que te cuento todos los viajes que he realizado en solitario en estos casi 8 años como viajera independiente y te doy consejos para que puedas organizar tu viaje por libre y disfrutar recorriendo el mundo en solitario.

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