Seguro que tienes mil motivos por los que querrás conocer Estambul, y estoy convencida de que sumergirte en su cultura es uno de ellos. ¿Quién no sueña con visitar sus mezquitas, perderse en sus bazares y admirar sus palacios? En este post te cuento cómo visitar Santa Sofía, una de las joyas más apreciadas de la ciudad turca.

Sobre Santa Sofía
Con sus 4 minaretes y su impresionante cúpula, Santa Sofía es uno de los edificios más representativos de Estambul. El skyline de la ciudad no se entiende sin ella y una no puede decir que ha estado en Estambul sin entrar a contemplarla.
Construida en el mismo lugar que otras dos iglesias anteriores destruidas por sendos fuegos, Santa Sofía se alza sobre el Bósforo desde el año 537, cuando fue inaugurada por el emperador del imperio bizantino Justiniano I. Es, por tanto, uno de los edificios más antiguos de la ciudad, y resulta sorprendente cómo ha conseguido llegar hasta nuestros días en tan buen estado.
Estambul se asienta sobre una zona de actividad sísmica y, de hecho, algunos terremotos han llegado a causar daños. Aún así, no han podido con ella ni con la impresionante cúpula de 56 metros de alto y casi 32 de diámetro.
Además, situada en lugar geográfico estratégico, entre dos continentes y dos mares, Estambul siempre ha estado en el punto de mira de los grandes imperios. Santa Sofía se construyó durante el imperio bizantino como iglesia, pero más tarde llegó el imperio otomano y se convirtió en mezquita. Tras la formación de la República de Turquía, Santa Sofía se convirtió en museo que se podía visitar como tal hasta el 24 de julio de 2020, cuando ha sido reconvertida de nuevo a mezquita.

Qué ver en Santa Sofía
Con tanta historia entre sus muros, es de entender que su interior guarda muchísimas cosas a las que prestar atención. Lo primero es la enormidad. Cuando entras a Santa Sofía se te escapa un «wow», y es que su amplitud hace que te sientas pequeñita.
Seguro que te llaman la atención sus lámparas, las inscripciones del Corán, las decoraciones del techo y paredes, los ventanucos por donde entran algunos rayos de luz y, si te gustan los gatos, te encantará encontrar varios felinos correteando por allí. No son propios de Santa Sofía, sino que toda Turquía, en general, está llena de gatos.
No dejes de subir al segundo piso, al que se accede por una rampa. Desde allí tendrás una vista fantástica del interior de Santa Sofía y podrás admirar algunos de los vestigios más antiguos, como los mosaicos dorados con motivos bíblicos. Son restos de la iglesia bizantina y han sobrevivido a la época otomana gracias a que, en lugar de destruirlos, decidieron simplemente cubrirlos con una capa de yeso y poner sus decoraciones en ella.

Cómo visitar Santa Sofía
Visitar Santa Sofía debería estar en los planes de todo el mundo que viaje a Estambul, así que no puedes quedarte sin verla. Mientras era museo había que comprar entrada, pero ahora la entrada es gratuita. Cuando la visité era aún museo, así que compré la entrada y pude acceder libremente visitando todos los lugares del templo.
Ahora bien, desde que se ha convertido en mezquita desconozco cómo es la visita. En principio los mosaicos bizantinos están cubiertos por una lona durante el rezo(pues representan una religión distinta al islam), pero el resto debería poder visitarse con normalidad. Imagino que, como ocurre con la Mezquita Azul, la visita se podrá hacer solamente fuera del horario del rezo.
Recomendaciones para la visita
Santa Sofía es un lugar espectacular, pero es también uno de los monumentos más visitados de Estambul. Es por ello que no vas poder disfrutar de tu visita con calma y silencio, sino que escucharás mucho ruido de todos los tours y visitas guiadas que se hacen en grupo.
Lo mejor es visitarla a primera hora de la mañana, cuando aún los tours no han llegado. De esta manera tendrás un poco más de paz para explorar Santa Sofía a tu gusto.
En cuanto a la vestimenta, mientras era museo no era necesario seguir unas reglas, pero ahora que es mezquita sí debes cubrirte la cabeza y quitarte los zapatos para entrar. No está permitido entrar con bolsos grandes ni maletas, y pasarás un control de seguridad antes de entrar al edificio, por lo que ten en cuenta que habrá algo de cola.

Cómo llegar a Santa Sofía
Llegar a Santa Sofía es muy fácil, ya que está situada en Sultanahmet, el epicentro de la Estambul turística. Allí están también la Mezquita Azul, el palacio de Topkapi o la Cisterna Basílica.
Si tienes tu alojamiento por allí podrás llegar caminando. En caso contrario, existe una línea de tranvía, la T1, que comunica la parada de Sultanahmet (donde se encuentra Santa Sofía) con otras zonas de la ciudad como Karaköy (zona de la torre de Gálata).
También hay autobuses que paran frente a Santa Sofía y es posible llegar también desde Üsküdar con la línea de metro Marmaray, que cruza el estrecho del Bósforo. La estación donde para es Sirkeci, a unos 10 minutos caminando del museo.
Para moverte por Estambul lo mejor es mirar en Google Maps tus opciones. Pones el lugar donde te interesa ir, le das a «cómo llegar» y te dice cuánto tardas a pie, en transporte público o coche. ¡Funciona a la perfección!

Ya ves que visitar Santa Sofía es muy sencillo. Pon este museo en tu recorrido al viajar a Estambul y disfruta adentrándote en cientos de años de historia. ¡Te conquistará!
Este post pertenece a la guía para viajar sola por Turquía
Estela Gómez
Viajera y fundadora de #QuieroViajarSola. En 2016 agarré una mochila y me fui de viaje sola por primera vez a recorrer Sudamérica durante 6 meses y, desde entonces, quiero que todas las mujeres viajen solas porque es una de las mejores experiencias que se pueden tener en la vida.

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