Guía para viajar sola a Japón

Si por alguna razón pasa algo (por ejemplo, pierdes tu pasaporte), puedes acudir a las estaciones de policía donde ponga «Koban». Aunque no saben mucho inglés, los oficiales ponen de su parte para intentar entender y ayudarte a poner la correspondiente denuncia. Me pasó que perdí unos medicamentos y al día siguiente fui al Koban más cercano a preguntar por si alguien lo hubiera encontrado. No hubo suerte (y nunca aparecieron), pero fueron muy majos e incluso acabaron haciendo una denuncia y todo sin ser realmente necesario.

En caso de que te preocupe poder sentir acoso, puedes ir a Japón tranquila. No es como en otros países asiáticos donde los hombres locales piden a las turistas hacerse fotos con ellos (India, Vietnam…) ni tampoco vi ningún gesto o situación de violencia, acoso o maltrato contra ninguna mujer. Y en cuanto a salir a la calle de noche, que no te dé miedo, porque por la noche las ciudades se iluminan y son todo un espectáculo que no puedes perderte.

Uno de los puntos que suele suscitar inseguridad en muchas partes del mundo es el transporte público. Pues bien, en Japón es bastante seguro y funciona muy bien. Aunque puedes moverte en autobús también, mi consejo es que te desplaces todo lo que puedas en tren y metro, ya que todo está muy bien conectado, hay muchas frecuencias y está limpio y cuidado. Aunque eso sí, puede ser un tanto lioso.

En primer lugar, hay varias compañías ferroviarias y en algunos casos cada una tiene su estación. La más conocida es Japan Rail, que te sonará por el JR Pass, que es un pase turístico que te sirve para moverte por las líneas de esta compañía. Por cierto, si te planteas comprarlo, calcula antes los trayectos que quieres hacer por separado para ver si te sale a cuenta, porque es caro.

Por otra parte, puedes hacerte un lío en las estaciones porque son gigantescas y, además de tener decenas de líneas diferentes y que hay mucha gente, suelen ser auténticos centros comerciales y de ocio.

Por eso, yo te recomiendo tener a mano siempre Google Maps. Su función «Cómo llegar» funciona a las mil maravillas en Japón y te dice qué trenes tienes que tomar, cuánto tarda, cuánto te va a costar el trayecto y hasta en qué vagón te conviene meterte y por qué salida debes salir de la estación para llegar más rápido a tu destino. Para mi, es imprescindible.

Para moverte por todo Japón y utilizar tanto trenes como metro y autobuses urbanos, lo más sencillo es hacerte con una tarjeta de transporte público. Hay varias que te valen para todas las ciudades, aunque las más conocidas son Suica, Pasmo e Icoca. Yo utilicé la Suica y va genial.

Puedes comprarlas en cualquier estación, en las máquinas para ello, pero como vas a tener que andar recargándola y demás, es más sencillo llevarla en el móvil. Tanto si usas Android como iOS deberías poder añadir cualquiera de estas tarjetas a tu cartera.

Así, la usas y la recargas desde tu móvil sin perder tiempo en las máquinas. Además, hay restaurantes y atracciones turísticas que puedes pagar con estas tarjetas. Fíjate en cualquier lugar donde aparezca el simbolito de «IC».

Muchas líneas de tren de las principales ciudades del país tienen uno o dos vagones para mujeres. Se identifican con una pegatina rosa oscuro que dice también en inglés «Women only», y lo verás indicado tanto en el vagón como en la estación, marcado en el suelo junto al lugar donde para ese vagón.

Ahora bien, no funcionan siempre, sino que está reservado a mujeres solamente durante la hora punta de la mañana (normalmente entre las 7 y las 9 de la mañana). Por eso, si entras en un vagón de mujeres a cualquier otra hora, verás también hombres usándolo.

Quizá el alojamiento más curioso en el que puedes quedarte a dormir es el hotel cápsula. A mi parecer la sensación es más o menos como dormir en un hostel, pero si no estás acostumbrada a este tipo de alojamientos, es algo que tienes que probar. Y si es para mujeres, además de no encontrarte a algún tipo que te pueda molestar, tienes la ventaja de que estos alojamientos están preparados con amenities como secador de pelo, cremas faciales e incluso pijama y pantuflas.

Mi experiencia en un hotel cápsula:

Ver esta publicación en Instagram

Una publicación compartida por #QuieroViajarSola (@quiero_viajarsola)

Más allá de los alojamientos dedicados a mujeres, si optas por quedarte en algún hotel y tener más privacidad, son completamente seguros para dormir sola, ya que el país es bastante seguro de por sí.

Te cuento también que hay algunos tipos de alojamientos más tradicionales que también deberías probar. Más allá del hotel cápsula, en Japón es muy típico dormir en ryokans, que son habitaciones de estilo japonés, con su tatami, la cama en el suelo y mesa baja con sillas sin patas (vamos, que te sientas en una silla, pero en el suelo).

Por ponerte algunos ejemplos de cosas que te pueden agobiar, a la hora de comer, verás que siempre se forman colas fuera de todos los restaurantes, igual que durante el resto del día en tiendas o locales que se hayan puesto de moda. Las estaciones en hora punta son una auténtica locura y te será difícil lograr sentarte en el tren, así que mejor evítalas. Incluso visitando templos y miradores tuve muchas veces la sensación de que los sitios estaban muy llenos, y eso que viajé en temporada baja.

Otra preocupación frecuente al plantearse viajar sola a Japón es el idioma. Si sabes inglés no tienes mucho de qué preocuparte, y es que la mayoría de cosas están traducidas a este idioma. Los japoneses no hablan mucho inglés y cuando lo hablan a veces no se les entiende del todo, eso también es cierto, pero con palabras básicas y gestos te puedes llegar a entender.

Ahora bien, si solamente hablas español la cosa se complica un poco porque vas a tener que estar traduciendo cosas todo el tiempo. Por eso, echa un vistazo a la cámara de fotos de tu teléfono y mira si te traduce cosas en otro idioma (los smartphones actuales suelen llevarlo de fábrica y sale automáticamente).

Si tienes Android, deberías tener incorporado Google Lens, que traduce desde fotografías. Y si no, antes de viajar a Japón asegúrate de descargar una app de traducción (a ser posible, que traduzca fotos, ya que es lo más útil).

La gente en Japón es amable en general y si necesitas algo te van a ayudar. Ahora bien, también es cierto que no suelen ser muy abiertos y que, al no hablar mucho inglés, no suelen interactuar mucho con los extranjeros. Por lo general, y a excepción de los grupos de adolescentes, vas a verlos tranquilos y callados (e incluso durmiendo), así que, si también vas en plan introspectivo, nadie te va a molestar.

Pero claro, ¿qué pasa si quieres socializar? Que la cosa no es tan fácil como en otros países e, incluso, juraría que es algo que se pega a los turistas. Yo suelo quedarme en hostels para tener esa opción de hablar con otros viajeros y porque suelen organizar salidas o actividades para sus huéspedes, pero en los hostels de Japón no he visto esto (al menos, en los que yo me he quedado, no hacían nada de nada). La gente va mucho a su bola, así que, si quieres socializar, vas a tener que esforzarte un poquito.

Lo primero de todo es conocer qué documentos vas a necesitar para poder entrar en Japón. Ten en cuenta que allí no puedes viajar con tu DNI, así que deberás tener tu pasaporte en vigor con validez para al menos toda tu estancia en Japón. Además, debe estar en perfecto estado, es decir, nada de tachones, dobleces, páginas rotas, etc.

Una vez llegues a Japón, además de enseñar tu pasaporte, vas a tener que rellenar dos formularios: uno es el de inmigración y otro el de aduanas.

Lo más frecuente es volar a Tokio, donde tienes dos aeropuertos: Haneda y Narita. Ambos están bien conectados, pero, si puedes, reserva a Haneda, porque es el aeropuerto más cercano a la ciudad. Yo llegué a Narita y tuve que tomar un tren que tarda aproximadamente una hora al centro de Tokio.

Otra opción es reservar tus vuelos a otra ciudad. Por ejemplo, a Osaka. Allí también hay dos aeropuertos y ocurre lo mismo. El aeropuerto internacional de Osaka está más cerca de la ciudad y el aeropuerto de Kansai está más retirado (aunque bien conectados ambos por tren y bus).

Por último, también puedes buscar tu vuelo a destinos múltiples en lugar de ida y vuelta. Por ejemplo, llegar a Tokio y volver desde Osaka. De esta manera te ahorras el tener que volver al punto de origen para volar de vuelta a casa. Esta opción suele subir algo el precio, pero por probar suerte, que no quede.