Que en España tenemos un montón de ciudades históricas preciosas no es ningún secreto y hoy quiero hablarte de una de ellas. En el post de hoy te quiero hablar de 20 cosas que ver en Salamanca en dos días para que tú también puedas planear una escapada para disfrutar de ella.
Aunque ya había estado hace años, he podido visitarla de nuevo durante un fin de semana en 2021 con otros compañeros bloggers y me ha encantado. ¡Tengo que reconocer que no la recordaba tan bonita! Pude caminar por sus calles, visitar sus monumentos más emblemáticos, probar su gastronomía y vinos y conocer mucha historia y curiosidades que se esconden entre los muros de la ciudad. ¡Toma nota!
Lugares imprescindibles que ver en Salamanca en dos días
Salamanca es la tercera ciudad más poblada de la región, en parte, gracias a su famosa Universidad, con más de 30.000 alumnos. Eso hace, además, que sea una ciudad muy animada en cualquier momento de la semana. Te hablo a continuación de aquellos lugares que no te puedes perder al recorrer la ciudad, dividiendo la visita en dos días.
El primer día te aconsejo que lo dediques a los lugares imprescindibles que visitar en Salamanca. Te propongo hacer una ruta por el centro de la ciudad comenzando en su popular Plaza Mayor. Puedes ir por tu cuenta, o hacer primero una visita guiada o un free tour para que un guía te explique todo lo que necesitas saber de la capital salmantina y así después poder continuar recorriéndola por libre con una base de conocimiento.
Al día siguiente, una vez hayas descansado bien, toca volver a recorrer Salamanca siguiendo un nuevo itinerario. Para el segundo día te recomiendo hacer una ruta comenzando en el casco histórico y saliendo hacia la parte exterior de la antigua muralla.
Plaza Mayor de Salamanca
Considerada la plaza más bonita de España, la Plaza Mayor de Salamanca es el mejor punto de partida para comenzar a recorrer el centro histórico de la ciudad. Este rectángulo casi perfecto fue concebido por el arquitecto Alberto Churriguera a comienzos del siglo XVIII, dotando a la capital salmantina de una plaza cerrada y armoniosa como estaba de moda en la época.
Merece la pena dedicar un rato a pasear por ella y observar sus detalles. Sus cuatro lados están rematados por arcadas y, entre ellos, medallones de personajes históricos, como reyes, literatos o descubridores, importantes tanto para la ciudad como para España. A ella se accede desde las calles aledañas a través de 8 arcos y allí se encuentran algunos de los comercios más antiguos y de más renombre de la ciudad.
El edificio más importante de la plaza es el Ayuntamiento de Salamanca, que además es el punto de referencia de los salmantinos para quedar. La fachada tiene un pequeño reloj y es costumbre verse «debajo del reloj». La casa consistorial no suele estar abierta a visitas, pero sí en ocasiones puntuales como días de puertas abiertas. Si tu visita coincide con algún día de apertura, aprovecha para entrar, subir por su bonita escalinata y salir al balcón a disfrutar de las vistas de la plaza desde allí.
Catedral de Salamanca
La Catedral de Salamanca es uno de sus monumentos más famosos, aunque en realidad no es una, sino dos. La primera, la Catedral Vieja de Salamanca, comenzó a construirse en el siglo XII en estilo románico. La segunda, la Catedral Nueva de Salamanca, se levantó entre los siglos XVI y XVIII en parte sobre la primera.
Es posible visitar ambas y es muy curioso detenerse a admirar sus detalles. Contemplando detenidamente sus fachadas se puede apreciar la diferencia de estilos entre una y otra, aunque donde mejor se puede comprobar es visitando sus torres. Existe una visita llamada Ieronimus con la que se sube a las torres, tejados y terrazas de las dos Catedrales de Salamanca. ¡Merece mucho la pena!
Gracias a este recorrido podrás ver desde las alturas los interiores de las Catedrales, ver de cerca el cimborrio de la Catedral Vieja o subir hasta la torre de la Catedral Nueva y su sala de campanas. La visita se puede hacer de día o de noche, y por libre o con guía.
Huerto de Calixto y Melibea
Muy cerca de la Catedral, en la zona, digamos, trasera se ubica otro lugar imperdible que visitar en Salamanca. Se trata del Huerto de Calixto y Melibea, un pequeño y bonito jardín sobre la antigua muralla de la ciudad donde se respira paz y desde donde se tienen muy bonitas vistas. La entrada es libre.
¿Quiénes eran Calixto y Melibea? Se trata de los personajes protagonistas de La Celestina, la obra atribuida a Fernando de Rojas en torno al año 1500. Calixto persigue el amor de Melibea y se vale de los consejos y hechizos de una vieja alcahueta para conquistarla. El huerto está inspirado en el jardín donde tiene lugar parte de la acción de la tragicomedia.
Casa Lis
También en esta zona de la ciudad hay otro lugar que no te puedes perder. En este caso se trata del Museo Casa Lis, el palacete que el empresario Miguel de Lis construyó para su familia a principios del siglo XX. Es la principal muestra de arquitectura modernista en Salamanca y en su interior acoge una gran colección de objetos Art Nouveau y Art Déco.
La casa se construyó en la misma muralla de la ciudad, por lo que además de ver la fachada de la actual entrada al museo y su interior, no puedes dejar de admirar la fachada sur. Ésta da al río Tormes y es muy bonita, sobre todo cuando se ilumina por la noche.
Universidad de Salamanca
Otro lugar imprescindible de Salamanca es su Universidad. Fundada en el siglo XIII, es la universidad más antigua de España y la tercera más antigua de Europa. Centro de saber y conocimiento durante siglos, aún hoy en día sigue funcionando y le da muchísima vida a la ciudad.
Ahora que las clases se han trasladado a otros edificios, es posible visitar el edificio histórico de la Universidad de Salamanca. Podrás visitar las aulas y ver el mobiliario original, que no parece nada cómodo, por cierto, o ver su impresionante Biblioteca Histórica, con numerosos manuscritos e incunables de incalculable valor.
Cuando vayas a entrar al edificio o al salir de él, no dejes de visitar la fachada del edificio de las Escuelas Mayores. Entre las bonitas ornamentaciones que tiene hay una muy conocida, la rana de la Universidad de Salamanca, así que te reto a encontrarla. Como pista te diré que está sobre una calavera.
Casa de las Conchas
No muy lejos de la Universidad hay otro edificio con una fachada muy singular. Se trata de la Casa de las Conchas, adornada con cientos de ellas, no se sabe muy bien la razón. Hay quien señala que es porque Rodrigo Maldonado, quien encargó construirlo, era caballero de la Orden de Santiago. Otros, que fueron añadidas posteriormente por el hijo de éste, Don Rodrigo Arias, como muestra de amor a su esposa, Juana de Pimentel, cuyo símbolo familiar era la concha.
El edificio ha tenido múltiples usos, incluyendo ser la cárcel de la Universidad, y hoy en día es una biblioteca pública con muchas leyendas entre sus muros. Entre otras, se dice que bajo una de las conchas hay escondido un tesoro, pero nadie sabe cuál de ellas es.
Torres de la Clerecía o Scala Coeli
Frente a la Casa de las Conchas, las Torres de la Clerecía. En este caso es un edificio barroco del siglo XVII y fue el antiguo Real Colegio del Espíritu Santo de la Compañía de Jesús. Posteriormente perteneció a la Real Clerecía de San Marcos, de ahí el nombre con el que se lo conoce, y en 1940 pasó a ser la sede de la Universidad Pontificia de Salamanca.
Aunque sea una iglesia, la parte más interesante de este lugar está en lo alto de sus torres, Scala Coeli (Escalera al Cielo). Hasta allí se puede subir por escaleras y contemplar una de las vistas 360º más bonitas de Salamanca. Te recomiendo especialmente visitarlo al atardecer.
Plaza del Corrillo
Por último, para terminar el día y cerrar el recorrido circular hasta la Plaza Mayor de nuevo, puedes acercarte hasta la Plaza del Corrillo. Es una plaza pequeña donde se ubica la iglesia de San Martín de Tours, camuflada entre edificios de viviendas. Este templo es un ejemplo de la arquitectura románica de Salamanca, pues aunque ha sufrido muchos cambios y remodelaciones, aún es posible ver algunas decoraciones del siglo XII, época en que fue construida.
Palacio de Monterrey
Puedes comenzar esta ruta del segundo día en la Plaza Mayor y dirigirte hacia el Palacio de Monterrey por la calle del Prior. Es otra buena muestra de los palacios de la gran nobleza construidos en la ciudad en el siglo XVI y en este caso perteneció al III Conde de Monterrey. El arquitecto fue Rodrigo Gil de Hontañón, que dejaría su impronta también en otros edificios de la ciudad y de Castilla.
Hoy es propiedad de la Casa de Alba y, aunque lo utilizan eventualmente, está abierto a visitas turísticas. Puedes comprar tu entrada aquí para acceder a su interior, donde se puede ver mobiliario de época y numerosas obras de arte.
Iglesia de la Purísima
Junto al Palacio, el Conde de Monterrey levantó el Convento de las Agustinas y la iglesia de la Purísima. La razón para hacerlo fue para que su hija Inés pudiera ser priora del convento de clausura y convertir la iglesia, de acceso público, en la capilla funeraria de la familia. En su interior hay también numerosas obras de arte, entre las que se encuentra un Rubens.
Cerro de San Vicente
Dejando poco a poco el centro de la ciudad detrás, llegarás hasta el Cerro de San Vicente. Es uno de los lugares más curiosos que conocer en Salamanca, pues allí surgió la ciudad en la Edad del Hierro. Dentro del Centro de Interpretación se realiza un recorrido guiado por el yacimiento, donde apreciar algunas excavaciones que han sacado a la luz los restos de las viviendas y almacenes de aquella época, en torno a los siglos VII y IV a.C.
El cerro ofrecía a sus habitantes unas buenas condiciones para la vida. Por un lado, estaban en alto y controlaban el territorio cercano, y por otro, tenían cerca el río Tormes para aprovisionarse de agua fresca. Siglos después se construye en este lugar el monasterio de San Vicente, destruido durante la Guerra de Independencia por las tropas napoleónicas. Para reservar tu visita guiada, puedes acercarte a la Oficina de Turismo de Salamanca.
Puente Romano del río Tormes
Bajando del cerro, te sugiero ahora dirigirte hacia el río Tormes y caminar unos metros junto a él. En algún momento te encontrarás con el Puente Romano, construido en el siglo I para que los comerciantes de la Vía de la Plata pudieran cruzar el río y entrar a la ciudad. Algunos de sus arcos son originales, pero el puente se tuvo que reconstruir algunas veces debido a la fuerza de las crecidas del Tormes.
Verraco del Tormes
En la parte del puente cercana a la ciudad hay un monumento conocido como el Verraco del Tormes. Es la estatua más antigua de la ciudad y data de la época de los vetones, los habitantes de origen celta que ocupaban esta zona de la Península Ibérica antes de los romanos. Hoy en día, el toro se ha convertido en uno de los símbolos de Salamanca.
Ribera del Tormes
Si tienes tiempo, no dejes de cruzar al otro lado y darte un paseo por la Ribera del Tormes. Puedes incluso alquilar una bici y darte una vuelta, pues es una zona muy agradable con muy buenas vistas de Salamanca. Yo lo hice con Bikecicletas y me gustó mucho el paseo.
Monumento al Lazarillo de Tormes
Muy cerca del Puente Romano y el Verraco del Tormes hay otra escultura que quizá te interese visitar. Se trata del Monumento al Lazarillo de Tormes, una de las obras más conocidas de la literatura española, escrita de forma anónima en el siglo XVI y que está considerada como la precursora de la novela picaresca que se popularizaría más tarde. La obra cuenta la historia de Lázaro de Tormes y se desarrolla en gran parte en la ciudad.
Pozo de nieve de Salamanca
Uno de los lugares más singulares en Salamanca es quizá éste, su pozo de nieve. En el siglo XVII se popularizó bastante el uso de estos pozos para hacer acopio de la nieve caída en la sierra durante el invierno. Se trasladaba con carretas a la ciudad y se guardaba para poder aprovechar el hielo durante el resto del año.
El pozo de nieve de Salamanca se ubica frente al Tormes, entre las ruinas de lo que en su día fue el Convento de San Andrés, que se conocía como «el Escorial salmantino». La visita es gratuita y guiada por arqueólogos, y para hacerla no tienes más que recoger tu entrada en la Oficina de Turismo.
Junto al pozo hay además una serie de galerías subterráneas con unas curiosas estalactitas, que pudieron ser utilizadas como bodegas años atrás. Además, también es posible ver los siete picones de la antigua muralla, los únicos conservados.
Convento de San Esteban
No muy lejos de allí se fundó otro convento, que en este caso sigue en pie. Se trata del convento de San Esteban, perteneciente a la orden de los Dominicos y que tiene una bonita fachada plateresca. Como curiosidad, se sabe que Cristóbal Colón se alojó allí cuando acudió a la ciudad a defender la idea de su viaje a las Indias ante la Universidad de Salamanca.
Convento de las Dueñas
A pocos pasos del Convento de San Esteban, otro convento también de la orden dominica, en este caso femenino. Se trata del Convento de Santa María, más conocido como de las Dueñas porque se concibió como un lugar al que pudieran retirarse las señoras nobles. Se construyó en 1419 y la parte más notable del recinto es su claustro, contando con dos plantas y estando adornado con arcos y bonitos capiteles.
Palacio de la Salina
Siguiendo el recorrido de nuevo hacia el centro de la ciudad, el siguiente punto que visitar es el Palacio de la Salina. Es otro de los grandes palacios mandados construir en el siglo XVI por la nobleza y en este caso también lleva la firma de Rodrigo Gil de Hontañón.
Está construido en estilo plateresco y destaca su patio, con arcos y ménsulas muy bonitos, adornados con detalles antropomorfos. Se le conoce como «Salina» por haber sido sede del estanco de la sal en la ciudad, aunque de ese pasado ya no queda nada. Desde finales del siglo XIX es la sede de la Diputación de Salamanca.
Mercado Central de Salamanca
Un último lugar por visitar en esta ruta de dos días sería su Mercado Central. Es un mercado de abastos situado junto a la Plaza Mayor construido a comienzos del siglo XX por el arquitecto Joaquín de Vargas y Aguirre, quien también fue quien ideó la Casa Lis. Construido en hierro forjado al estilo de los mercados de París, este mercado es uno de los pocos edificios modernistas de la ciudad.
Cómo llegar a Salamanca
Salamanca es una de las ciudades de la comunidad autónoma de Castilla y León en España. Da nombre a su provincia, que limita con otras provincias de la región (Zamora, Valladolid y Ávila) y con Cáceres en Extremadura, y hace frontera con Portugal por el oeste. Está bien conectada con estos territorios cercanos por carretera y también cuenta con estación de tren e incluso aeropuerto, aunque éste no recibe muchos vuelos.
Viajar a Salamanca en coche
Si estás planeando visitar Salamanca con tu propio coche puedes llegar a la ciudad cómodamente siguiendo las autovías que la conectan con otras ciudades cercanas. La A66 (autovía Ruta de la Plata) te permitirá llegar a Salamanca desde Asturias, León, Zamora, Extremadura y la zona oriental de Andalucía. Mientras, la A62 (autovía de Castilla) conecta Salamanca con Valladolid y Burgos, así como con el norte de Portugal, y la A50 (autovía de la Cultura), con Ávila.
A la hora de aparcar, hay varios parkings de pago en la zona del centro y también puedes preguntar en tu alojamiento, pues quizá tengan varias plazas. Ahora bien, si quieres ahorrarte un dinerillo, en la zona de la estación de autobuses (a unos 10 minutos de la Plaza Mayor) puedes aparcar en la calle sin coste alguno.
Cómo llegar a Salamanca en autobús
Si eres más de moverte en transporte público, podrás viajar a Salamanca también en autobús. Como te digo, la estación está muy cerca del centro, así que es una forma económica y cómoda de desplazarte hasta la ciudad. Desde allí podrás ir caminando hasta el centro o tomar un taxi para ir hasta el alojamiento.
Las principales compañías, como ALSA o AvanzaBus, tienen rutas que conectan las ciudades del entorno con Salamanca, y también hay compañías locales y regionales que te pueden servir si ya estás por la zona y vas a viajar desde algún pueblo.
Cómo ir a Salamanca en tren
Otra opción de transporte público es el tren. Hasta Salamanca aún no llega el AVE, pero sí otros trenes rápidos y trenes de media distancia. Puedes viajar en tren a Salamanca desde Madrid, Ávila, Barcelona, Zaragoza, Pamplona, Burgos, Valladolid o León. La estación de tren también está bastante céntrica y en unos 15 minutos puedes llegar caminando a la Plaza Mayor de Salamanca.
Vuelos a Salamanca
Además de por tierra, es posible llegar a Salamanca por aire, pero siento que decirte que solamente en momentos puntuales. Se sitúa a unos 20 kilómetros de Salamanca y desde allí podrás llegar hasta la ciudad en taxi o contratando un traslado privado.
Tours a Salamanca
Si quieres visitar Salamanca, pero no cuentas con 2 días para ello, también puedes conocerla con excursiones. Esto te puede interesar por ejemplo si vas a viajar sola a España desde otro país y quieres conocer varias ciudades desde Madrid. Desde la capital existe un tour de día completo para visitar Salamanca y Ávila:
El Camino de Santiago por Salamanca
Por último, también puedes llegar a Salamanca caminando o en bicicleta. Y no, no me he vuelto loca. Por Salamanca pasa uno de los Caminos de Santiago, el de la Vía de la Plata, que sigue este antiguo trazado comercial desde Sevilla hacia el norte peninsular. A través de él se puede llegar hasta Santiago de Compostela vía Astorga, enlazando con el Camino Francés, o vía Puebla de Sanabria, siguiendo el Camino Sanabrés.
La llegada a la ciudad se hace cruzando el puente romano sobre el río Tormes y, aunque no he hecho este Camino, sí que pude ver un gaitero tocando en la entrada de la ciudad, lo cual es muy emocionante. El albergue de peregrinos se ubica junto al Huerto de Calixto y Melibea, en las inmediaciones de la Catedral y la Casa Lis, por lo que está muy bien situado tanto para descansar como para darse una vuelta por el centro de la ciudad al terminar la etapa. Eso sí, te sugiero que te quedes más de una noche en la ciudad para poder visitarla bien y así aprovechar para descansar de las largas caminatas de los días anteriores.
Si tienes curiosidad, no te pierdas mi guía para hacer el Camino de Santiago sola.
Dónde dormir en Salamanca
Salamanca es una ciudad que recibe bastante turismo sobre todo en puentes y fines de semana. No te costará encontrar hoteles en la ciudad, así como otros alojamientos, como apartamentos turísticos o hostels.
Yo me quedé en el hotel Ikonik Plaza Mercado, un hotel renovado recientemente muy cómodo y a un paso de la Plaza Mayor. Está, de hecho, frente al Mercado Central (de ahí su nombre). La ubicación es muy conveniente para hacer el recorrido que te propongo en el post y cuenta con un variado desayuno y habitaciones individuales para quienes viajamos en solitario.
Dónde comer en Salamanca
Con tantas cosas que hacer en Salamanca en 2 días, hay que reponer fuerzas de cuando en cuando. En la capital salmantina se come muy bien y por todo el centro de la ciudad encontrarás magníficos restaurantes donde probar los alimentos y recetas típicas de la zona.
Restaurante Oroviejo
Un restaurante muy especial es el Oroviejo, situado en pleno casco histórico de Salamanca, muy cerca de la Clerecía. Se trata de un restaurante ubicado en un edificio protegido por Patrimonio, pues fue la casa del poeta Juan Meléndez Valdés y el edificio cuenta con varios siglos de historia.
El establecimiento tiene gastrobar y restaurante, este último ubicado en un espacio abovedado de ladrillo único. Cuentan con una gran bodega y tienen platos de toda la vida con un toque creativo. Entre sus especialidades está el asado en horno de leña y los platos elaborados con productos de temporada. Por ejemplo, algunos de los platos que probé fueron el huevo poché con setas de temporada y el risotto de foie con trufa de otoño.
Casa de la Tierra
Un lugar curioso donde degustar productos salmantinos es la Casa de la Tierra. Se trata de un Centro de Innovación Gastronómica en el que se realizan talleres y catas para explorar las posibilidades y sabores que ofrecen los productos de la zona. Pude degustar algunos de los básicos de la gastronomía salmantina, como el jamón, el hornazo o el farinato, acompañado de otros platos más elaborados y quesos y vinos de la provincia.
Lilicook Vermutería
En la misma plaza, plaza de los Sexmeros, hay otro lugar muy recomendable para comer o cenar. Se trata de la vermutería Lilicook, una propuesta gastronómica muy actual. Allí podrás probar 30 vermuts diferentes con espumas de sabores y combinarlos con una carta exquisita. Probé las flores de alcachofa, corvina en salsa verde, el solomillo y de postre, crema de chocolate con helado y «tierra» de galleta. ¡Todo muy rico!
Restaurante Azogue Viejo
Otra propuesta muy recomendable es el restaurante Azogue Viejo, muy cerca de la Plaza Mayor. Su cocina se especializa en los productos de siempre renovados con un toque actual. Por ejemplo, los torreznos con cremoso de patata meneá o la lubina salvaje al horno con repollo caramelizado. Un espacio muy agradable para hacer una parada durante tu visita a la ciudad.
Como ves hay mil cosas que ver en Salamanca en 2 días, así que si dispones de más tiempo, quizá puedas alargar un poco tu estancia y visitar algo más de la ciudad, como museos, iglesias, conventos… Te dejo por aquí los stories de Instagram sobre mi viaje (Salamanca capital y Sierra de Francia) para que puedas ver más imágenes.
También te recomiendo mucho acercarte hasta allí, pues hay pueblos muy bonitos como La Alberca y Mogarraz donde disfrutar de su curiosa arquitectura y los senderos de sus bosques. ¡Salamanca es una provincia muy completa!
Este post forma parte de la guía para viajar sola por España
Viajera y fundadora de #QuieroViajarSola. Desde que comencé a viajar sola en 2016 siempre tuve una inquietud: motivar a otras mujeres a viajar solas. Para ello, decidí crear este blog en 2018, en el que te cuento todos los viajes que he realizado en solitario en estos casi 8 años como viajera independiente y te doy consejos para que puedas organizar tu viaje por libre y disfrutar recorriendo el mundo en solitario.
Por qué puedes confiar en #QuieroViajarSola
En estos 8 años viajando sola por todo el mundo he recorrido muchos países y destinos de los que puedo darte consejos en base a mi experiencia. Puedo recomendarte lugares para visitar, dormir, cómo moverte, etc., y eso es lo que encontrarás en cada artículo de este blog de viajes. Complemento la información con mis redes sociales, sobre todo Instagram, donde puedes ver casi en tiempo real los lugares por los que viajo sola cada vez que estoy en una nueva aventura.
Además, este blog ha sido galardonado en varias ocasiones (entre los premios recibidos están el Premio a la Mejor Marca Personal en Viajes y Turismo en los Premios Día de Internet en 2024 y el Premio 20Blogs al Mejor Blog de Viajes en 2021) y he aparecido en numerosos medios de comunicación, tanto en España como en Latinoamérica (El País, La Sexta Noticias, ELLE Argentina, El Sol de México, Radio Marca…).
Código ético: este viaje se realizó en colaboración con Turismo de Salamanca y junto a los compañeros de la Asociación Castilla y León Travel Bloggers. En este post existen algunos enlaces de afiliado, lo que significa que, si haces una reserva o contratas un producto o servicio a través de estos links, me llevo una pequeña comisión. En ningún caso pagarás de más y yo podré seguir manteniendo esta comunidad. Si te lo recomiendo es porque lo he probado, lo utilizo habitualmente y creo que puede serte útil para planificar tu viaje en solitario.
Ya hice mi primer viaje sola a Ámsterdam y me fue muy difícil ,pero logré ir sola .ahora quiero descubrir más . gracias por los consejos me será de mucha ayuda para mi próximo viaje.
Hola Nancy,
Me alegro de que te hayas animado a viajar sola y de que lo hayas disfrutado.
¡A por más viajes! 🙂