Imagina pueblitos de casas blancas y calles estrechas frente al mar. Bonita estampa, ¿verdad? Pues para disfrutar de ellos no tienes más que ir hasta el rincón de la Costa Brava que te propongo en este post. Te cuento qué ver en Calella de Palafrugell y Llafranc, dos de las localidades más bonitas y visitadas del litoral gerundense.

Qué ver en Calella de Palafrugell y Llafranc
Calella de Palafrugell y Llafranc son de las más visitadas de la Costa Brava, y es que su paisaje es uno de los más bonitos. Están situadas en una zona rocosa con pequeñas calas alrededor de las que se fueron creando los núcleos de población y hay un bonito paseo para ir de una a otra con vistas al mar (su Camino de Ronda).
Centro de Calella de Palafrugell
De los dos destinos, para mi Calella de Palafrugell tiene más encanto. Es un antiguo pueblo de pescadores que conserva aún la esencia de antaño, con casitas pequeñas pintadas de blanco y callejuelas estrechas. El centro del pueblo se ubica frente a varias pequeñas calas en las que podrás ver algunos barquitos que hacen tener muy presente el pasado de la localidad.
Te recomiendo mucho callejear para pasear bajo los soportales de los edificios cercanos al mar o subir hasta la pequeña iglesia de San Pedro, que sigue el mismo estilo que las casas del pueblo, con su fachada blanca. Para tener una bonita vista de la localidad, no dejes de ir a la Punta dels Burricaires, que separa dos de las calas del pueblo.

Jardines de Cap Roig
Otro lugar que ver en Calella de Palafrugell, aunque bastante alejado del centro del pueblo, es el Jardín Botánico de Cap Roig. Se trata de un bonito parque que alberga unas 1000 especies de plantas de todo el mundo y en el que en verano se celebra un festival de música. Es muy agradable para pasear con vistas al mar.
Al igual que otros jardines botánicos de la Costa Brava, los Jardines de Cap Roig fueron creados por extranjeros. Así, en 1927 un coronel ruso llamado Nicolai Woevodsky se trasladó hasta allí con su mujer a vivir y decidieron crear este espacio natural y artístico, decorado hoy en día también con varias esculturas.

Camino de Ronda
Volviendo al centro de Calella de Palafrugell, te recomiendo cruzar todo el pueblo siguiendo sus playas hasta llegar al Camino de Ronda. Antiguamente los Caminos de Ronda se utilizaban para vigilar la costa, y hoy son uno de los principales reclamos turísticos de la Costa Brava.
El Camino de Ronda que discurre entre Calella de Palafrugell y Llafranc es uno de los más bonitos y, por ello, de los más concurridos. Es muy cortito y va pegado al mar, ofreciendo unas bonitas vistas del mar, las rocas y ya llegando al final, de la bahía de Llafranc, con su playa en forma de concha y los barquitos en el agua.
Te invito a leer el post sobre los Caminos de Ronda si tienes curiosidad por estos paseos.
Conjunto monumental de Sant Sebastiá de la Guarda
Ya en Llafranc no dejes de disfrutar de su playa y pasear por el paseo marítimo hasta el Club Náutico, desde donde sale el camino que lleva hasta el principal punto de interés de Llafranc: el complejo monumental de Sant Sebastiá. Está situado en lo alto de una colina, por lo que tendrás que subir varias cuestas y escaleras hasta llegar arriba. Ahora bien, te aseguro que las vistas desde allí merecen mucho la pena.
En el complejo encontrarás varios puntos de interés, como el faro, que fue construido a mediados del siglo XIX. Junto a él hay un hotel con restaurante y una torre de un sistema defensivo del siglo XIV que aún se mantiene en pie. Además, bordeando los edificios llegarás hasta los restos de un poblado íbero que parece que estuvo habitado entre los siglos V y I a.C.

Qué ver en los alrededores
Si te apetece extender tu viaje a Calella de Palafrugell y Llafranc, hay algunos pueblos más en los alrededores que también merece la pena conocer. En general toda la Costa Brava es motivo de visita, pero a continuación te hablo de los lugares más cercanos.
Begur
Si continúas el Camino de Ronda desde Llafranc y el complejo de Sant Sebastiá de la Guarda hacia el norte, tarde o temprano llegarás a Begur. Es un pueblo situado unos kilómetros hacia el interior muy bonito y con mucha historia, pues ya los íberos se establecieron allí. Hoy en día sus calles tienen un aire medieval, ya que conserva su castillo, varias torres antiguas y en las construcciones predomina la piedra.
Palamós
En caso de querer ir hacia el sur, la siguiente localidad después de Calella es Palamós. Es uno de los pueblos que más me sorprendió de todos los que visité en la zona, pues más allá de su centro histórico, tiene unas playas preciosas. La Fosca, con las ruinas del castillo de Sant Esteve y sus aguas de un azul claro intenso, y cala Castell, con las ruinas de otro poblado íbero y rodeada de vegetación, son dos lugares perfectos para disfrutar del mar y las vistas al Mediterráneo.
Te cuento más en el post sobre qué ver en Palamós.

Dónde dormir en Calella de Palafrugell y Llafranc
Como son dos localidades muy interesantes y bonitas, te recomiendo quedarte a pasar la noche para disfrutarlas con calma. Yo me quedé en ambos lugares a dormir y puedo recomendarte dos buenos hoteles, aunque si no encajan con tus planes de viaje también tienes más opciones.
El lugar donde me quedé en Calella de Palafrugell es el Hotel Sant Roc, en una zona muy bonita con preciosas vistas al mar, las calas y el pueblo. Mientras, en Llafranc me quedé en el Hotel Terramar, un precioso alojamiento decorado a la última en primera línea de playa. Si quieres ver otras opciones, puedes reservar aquí tu alojamiento en Calella de Palafrugell y aquí, en Llafranc.
Dónde están Calella de Palafrugell y Llafranc y cómo llegar
Calella de Palafrugell y Llafranc son dos localidades pertenecientes al municipio de Palafrugell. Están situadas en la Costa Brava, junto al mar Mediterráneo y una junto a la otra, por lo que al visitar cualquiera de ellas es muy fácil también conocer a su vecina.
Ahora bien, llegar hasta Calella de Palafrugell y Llafranc no es tan fácil como a otras localidades de la Costa Brava si te mueves en transporte público. Para ello deberás tomar un autobús de Sarfa Moventis que te lleve primero desde Girona capital a Palafrugell y desde allí tomar el autobús de la línea 6 de la misma compañía hasta Calella o Llafranc.
Por ello, la opción más sencilla y rápida es viajar a Calella y Llafranc en coche. Si no tienes tu propio vehículo puedes alquilar uno en Barcelona o Girona y, ya que estás, te recomiendo extender tu viaje y visitar también otros destinos de la zona. Para llegar desde Barcelona puedes seguir la AP-7 y la C-35, mientras que desde Girona puedes tomar tanto la C-65 como la C-66.

Espero que ahora tengas más claro qué ver en Calella de Palafrugell y Llafranc, dos bonitos pueblos de la Costa Brava que merece la pena conocer. Son perfectos para hacer una escapada sola, relajarte y disfrutar del mar y sus calas sin renunciar a conocer algo de cultura e historia. ¡Que disfrutes del viaje!
Este post forma parte de la guía para viajar sola por España
Estela Gómez
Viajera y fundadora de #QuieroViajarSola. En 2016 agarré una mochila y me fui de viaje sola por primera vez a recorrer Sudamérica durante 6 meses y, desde entonces, quiero que todas las mujeres viajen solas porque es una de las mejores experiencias que se pueden tener en la vida.

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