¿Ya has visitado la ciudad de los canales y quieres explorarla de nuevo pero con otro punto de vista? ¡Haces bien! Aquí te traigo algunas ideas para que conozcas algunos barrios alternativos en Ámsterdam. Sin duda, esta ciudad tiene mil rincones preciosos donde abundan los canales y las casas monísimas, pero también hay naturaleza, arte urbano y cientos de tiendas y restaurantes de gente local que te acercarán más a la Ámsterdam del día a día.
Por si te interesa, aquí te dejo las otras guías de la ciudad:
Oostelijk Havengebied
Los Eastern Docklands o Muelles del Este forman parte del antiguo puerto de la ciudad. Esta zona, antiguamente poco recomendable para transitar debido a la criminalidad y mal ambiente, se ha convertido en una perfecta área residencial rodeada de canales, edificios modernos que se mezclan con la historia del lugar y, sobre todo, donde se respira mucha tranquilidad.
Es sobre todo un barrio de experiencias. Aquí puedes alojarte en un hotel que ha sido hogar de refugiados o prisión nazi, bailar Lindy Hop en un local de los 50 o comer en un restaurante que rescata comida de los supermercados. Puedes hacer una cata de las cervezas artesanales más populares de todo Ámsterdam (Ij) y comprar en firmas de diseño como Pols Pots o en pequeñas tiendas locales muy coquetas (recomiendo sobre todo la calle Czaar Peterstraat). Además, las referencias al mar están por todas partes. Aquí se encuentra el Museo Marítimo y cada 5 años acoge el SAIL Festival, el mayor evento náutico del mundo, donde ver veleros o barcos históricos (el próximo será en agosto de 2020). ¡Incluso hay un edificio con forma de ballena!
Lloyd Hotel
Uno de los lugares con más historia de este barrio (si no el que más) es el Lloyd Hotel. Nació en 1921 como un hotel para aquellos que emigraban a Sudamérica con la compañía Royal Dutch Lloyd. En aquella época podía acomodar hasta a 900 personas, con habitaciones de literas. Los huéspedes que se quedaban aquí eran, por ilustrarlo, gente como la tercera clase del Titanic.
Cuando la empresa quebró, el ayuntamiento se hizo cargo del edificio y pasó a ser un campo de refugiados judíos (1939) y una prisión nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Más tarde, sirvió como prisión para jóvenes delincuentes hasta 1989. Tras unos años de abandono, se transformó en oficinas de diseñadores y artistas hasta 2001. Finalmente, en 2004 abrió como el Lloyd Hotel y, con tanta historia, no podía ser simplemente otro hotel más.
Es el primer hotel del mundo en contar con las 5 categorías (de 1 a 5 estrellas) y sus 117 habitaciones son únicas y diferentes. Puedes encontrarte una habitación con una cama para 7 que se retira y se convierte en escenario para dar fiestas, otra con un piano, habitaciones que son a la vez salas de reuniones… Se organizan muchos eventos y exposiciones y en las escaleras puedes ver la parte museo del hotel, con fotografías antiguas que cuentan su historia.
Todo está pensado para que en ningún momento te sientas sola. En los pasillos hay ventanas por las que puedes ver otras plantas, hay habitaciones con ventanas a través de las cuales ver el lobby y cafeteras en los pasillos, por si te aburres y quieres socializar con otros huéspedes. Además, cuentan con proveedores que apuestan por la sostenibilidad, como Marie-Stella-Maris, que con sus amenities de baño donan una parte de sus ventas a llevar agua potable a zonas desfavorecidas de todo el mundo.
De Kompaszaal
Otro lugar peculiar es el restaurante De Kompaszaal, ambientado en los años 50. ¿Por qué esta temática? Este lugar era la sala de llegada y salida de los barcos de la Koninklijke Nederlandse Stoomboot-Maatschappij (KNSM), la que fue la mayor empresa de transporte por barco de la ciudad. En los 50 se renovó, aunque poco después la empresa cerró y este local quedó en el olvido. Como no se volvió a usar, quedó intacto y aún hoy mantiene aquella decoración.
Es un lugar bastante curioso para echar la vista atrás al siglo pasado (las cabinas telefónicas, los baños con cenicero, la barra de la cocina…), así que las productoras de televisión y cine vienen aquí de vez en cuando a grabar para ambientar sus películas y series. Además, aprovechando esta estética, los viernes por la noche hay fiestas de Lindy Hop, con una banda de música en vivo y unas 100 personas bailando este ritmo vintage.
Brouwerij ‘t IJ
Y de un sitio curioso, a otro que está comenzando a ser icónico: la cercevería Brouwerij ‘t IJ. Situada en un edificio con un llamativo molino, es, además de bar, el lugar original donde se produce esta cerveza artesanal (ahora es tan popular que ya tienen más centros de producción).
Todo empezó en 1985, cuando el músico Kasper Peterson, que fabricaba su propia cerveza a modo de hobby, descubrió las cervezas belgas en una gira. Como ese tipo de cerveza no se producía en Ámsterdam, decidió comenzar a hacerlo él mismo. Encontró este local, que antiguamente era una casa de baños, ya azulejado y con tuberías, perfecto para comenzar a producir.
Poco a poco fue creciendo y hoy ya producen varios tipos de cerveza, algunas se pueden probar en cualquier época del año, otras son por temporada y, otras, ediciones especiales. Además, la puedes encontrar en varios lugares de la ciudad, desde la Blue Tea House del Vondelpark hasta las tiendas del aeropuerto (ideal si te quieres llevar alguna y no vas a facturar ;)).
Instock
¿Alguna vez habías pensado en rescatar comida? Pues éste es el motivo por el cuál nació Instock, un restaurante que cada día ofrece algo diferente, ya que solo utiliza productos que los supermercados retiran. Por ejemplo, fruta o verduras que están perfectamente pero estéticamente no se venden o cosas que están a punto de caducar.
La fórmula tiene tanto éxito que ya han abierto varios restaurantes y han comenzado a lanzar sus propios productos rescatados, como cereales hechos de la malta utilizada al hacer cerveza, o cervezas hechas con patatas o pan que, de otra manera, irían a la basura. Todo está muy rico y es una manera genial de crear conciencia sobre la cantidad de comida que tiramos cada día. Desde que comenzaron en 2015, han rescatado más de 800.000 kilos de comida.
Museo Marítimo Nacional
Una visita al barrio de los Eastern Docklands no podría estar completa sin entender la relación de Ámsterdam y los Países Bajos con el mar. Más allá de los canales, tan presentes por toda la ciudad, y de la zona portuaria, los holandeses fueron una gran potencia marítima en los años de los grandes descubrimientos. Surinam, Brasil, Australia o Nueva Zelanda fueron algunos de los territorios que dominaron. ¿Sabías, por ejemplo, que Australia se llamaba Nueva Holanda?
El Museo Marítimo Nacional es uno de los más importantes del mundo, con unos 400.000 objetos en la colección entre barcos, obras de arte y objetos de navegación. Entre los lugares más destacados, la colección de cartografía, con mapas originales de la época, y la galería con las pinturas de las principales batallas de su armada, como la ocurrida en Gibraltar contra España.
En el museo, pero no en el edificio, sino en el muelle, se puede visitar la réplica de un barco de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales. La empresa, creada en 1602, fue la primera gran multinacional en monopolizar el comercio holandés en Asia. El barco Ámsterdam, construido en 1748 para viajar a Asia, naufragó poco después de partir, frente a las costas inglesas, y hoy su réplica nos acerca un poco más a cómo eran estos grandes barcos mercantes.
Oud-West
Uno de los barrios en Ámsterdam más accesibles es, sin duda, el Viejo Oeste. Repleto de edificios del siglo XIX, reconocibles por sus puertas dobles y sus fachadas de ladrillo, es un barrio muy tranquilo ideal para foodies y amantes de las tiendas alternativas.
De Hallen y Foodhallen
¿La razón? De Hallen, un complejo muy interesante en el que encontrarás de todo. Antiguamente, este lugar era donde se reparaban los tranvías y, de hecho, aún se pueden ver los raíles y las puertas de los diferentes andenes donde se estacionaban para ser inspeccionados. En el complejo hay un cine con 9 salas (Filmhallen) y, de hecho, la zona de entrada recuerda a una estación de tren antigua, con su reloj, los bancos de madera, los biombos de cristal decorado…
Además del cine, hay una biblioteca (allí puedes ver fotos de cómo era este lugar en la época de la reparación de los tranvías), una tienda donde se venden artículos de creadores de Ámsterdam (The Maker Store) o una tienda de bicicletas con artículos de bici reciclados muy curiosos (Recycle), entre muchas otras cosas. Ahora bien, el lugar que se lleva la palma es el Foodhallen.
Con 21 puestos de comida, el Foodhallen es uno de los lugares de moda donde ir a comer o cenar. Comida japonesa, vietnamita, mexicana, española, india, árabe, italiana… ¡Tienes mucho donde elegir! Se trata de un gran recinto donde los puestos de comida están en los lados y en el medio hay mesas donde sentarte. Así, pides lo que más te apetece de cada puesto en lugar de comer solo en un restaurante. La experiencia ya existe en otras ciudades europeas, pero en Ámsterdam es el primer lugar de estas características y está triunfando porque, además de innovador, la calidad es muy buena.
Probé las albóndigas con salsa de tomate y parmesano de Dutch Meatball Company, los tacos al pastor de la Taquería Lima, el wrap de falafel de Maza y la panacota de Petit Gateau, acompañado de una cerveza del Beer Bar. Todo estaba espectacular y a precios muy razonables para ser Ámsterdam (si no recuerdo mal, 7,5€ las albóndigas, 8€ los tacos (2), 6€ el wrap de falafel, 5€ la panacota y unos 5€ la cerveza).
Ten Kate Markt
Si en De Hallen echas de menos un mercado con productos frescos, no tienes que ir muy lejos para encontrarlo. En las calles aledañas se pone el mercado Ten Kate, con más de 100 puestos de frutas, verduras, flores, zapatos… Vamos, un mercadillo de barrio de toda la vida, con productos de calidad y gente local comprando en su día a día. Lo encontrarás de lunes a sábado de 9 de la mañana a 6 de la tarde.
Nieuw-West
Cuando la ciudad comenzó a expandirse, un nuevo barrio surgió al oeste del Viejo Oeste. Se llama Nuevo Oeste y, aunque está más retirado, es posible llegar en tranvía. Este barrio no tiene nada que ver con el resto de los barrios de Ámsterdam. Aquí no hay tiendas de diseño, la arquitectura es complemente diferente y priman el verde y los parques sobre el agua de los canales.
El barrio surgió para acomodar a los inmigrantes que han ido llegando a la ciudad desde mediados del siglo XX y comienzos del XXI (cuenta con una gran población turca y marroquí) y actualmente está siendo remodelado, demoliendo antiguas viviendas para construir nuevos edificios más modernos. El lago Sloterplas es el corazón del barrio, sobre todo los días de buen tiempo, cuando los vecinos van a hacer pic-nic, pero lo que realmente destaca de este lugar, y por lo que seguro que te gustará visitarlo, es su street-art.
Street Art Museum Amsterdam
De la mano de Anna y sus voluntarios en el Street Art Museum Amsterdam, conocerás muy de cerca cómo es este barrio y la historia detrás de algunas de las alrededor de 300 obras que tienen catalogadas en esta zona. Su misión es la de catalogar y conservar las obras de arte urbano que hay por todo el barrio, intentando salvar especialmente aquellas creadas en edificios que van a ser demolidos. Una de ellas es Fatherhood, de Stinkfish, un artista colombiano que pinta desde fotografías; en este caso, un padre con su hijo en Nepal.
Entre las obras, muchas historias que conectan el mundo y nos hacen viajar de una u otra manera. Además de la obra ya mencionada, un pasaje de escaleras bajo un edificio pintado con tonos rojos, amarillos y morados y líneas negras que representa tulipanes, de Orticanoodles, un colectivo de arte urbano de Milán.
Más allá de ver las formas de las líneas, este mural es una clara referencia a Turquía, y es que además de que hay mucha población turca en este barrio, los tulipanes, tan populares en los Países Bajos, en realidad son originarios de Turquía (te cuento más en la guía para viajar sola a Turquía).
Uno de los murales que me gustó mucho es Glory, de El Pez (Barcelona) y Danny Recal (Ámsterdam). Es una reinterpretación de «La lechera», el célebre cuadro de Vermeer que puedes ver en el Rijksmuseum. ¡Poder ver las dos obras sobre la misma temática en la misma ciudad es todo un lujo!
Además de paredes enteras, puedes ver arte en baldosas, cajas de luz o pequeñas obras que pasarían desapercibidas si no vas buscándolas porque ocupan apenas un palmo. Puedes recorrer el barrio por tu cuenta, aunque para conocer las historias detrás de cada pieza lo mejor es realizar el tour con el museo (en la web tienes más información -en inglés).
De Pijp
Por último, no quería terminar este artículo sin mencionar De Pijp, un pequeño barrio encajonado entre el río Amstel, y los canales Singelgracht, Boerenwetering y Amstel. Es un barrio muy foodie, con muchísimos restaurantes y cafés, además del mayor mercado al aire libre de los Países Bajos: Albert Cuyp.
Allí hay de todo, como en el Ten Kate Markt, aunque es más grande aún, con unos 260 puestos. Abre también de lunes a sábado, de 9 de la mañana a 5 de la tarde. Sin duda, lo mejor es callejear para descubrir todo lo que ofrece el barrio, sus locales de ocio y curiosear las tiendas de la gente local. Además, ¡te reto a descubrir este mural!
Como ves, hay mucha vida fuera del centro de Ámsterdam y más allá de las atracciones turísticas más destacadas y famosas. Si es la primera vez que vas a viajar sola a la ciudad, te recomiendo planear algún día extra para descubrir un Ámsterdam alternativo.
Y si ya has estado, ¿qué mejor excusa para volver a esta preciosa ciudad que redescubrirla desde un punto de vista totalmente diferente, más local y sin masificación turística? En los stories de Instagram sobre Ámsterdam te dejo los vídeos y más información para terminar de convencerte.
Viajera y fundadora de #QuieroViajarSola. Desde que comencé a viajar sola en 2016 siempre tuve una inquietud: motivar a otras mujeres a viajar solas. Para ello, decidí crear este blog en 2018, en el que te cuento todos los viajes que he realizado en solitario en estos casi 8 años como viajera independiente y te doy consejos para que puedas organizar tu viaje por libre y disfrutar recorriendo el mundo en solitario.
Por qué puedes confiar en #QuieroViajarSola
En estos 8 años viajando sola por todo el mundo he recorrido muchos países y destinos de los que puedo darte consejos en base a mi experiencia. Puedo recomendarte lugares para visitar, dormir, cómo moverte, etc., y eso es lo que encontrarás en cada artículo de este blog de viajes. Complemento la información con mis redes sociales, sobre todo Instagram, donde puedes ver casi en tiempo real los lugares por los que viajo sola cada vez que estoy en una nueva aventura.
Además, este blog ha sido galardonado en varias ocasiones (entre los premios recibidos están el Premio a la Mejor Marca Personal en Viajes y Turismo en los Premios Día de Internet en 2024 y el Premio 20Blogs al Mejor Blog de Viajes en 2021) y he aparecido en numerosos medios de comunicación, tanto en España como en Latinoamérica (El País, La Sexta Noticias, ELLE Argentina, El Sol de México, Radio Marca…).
Código ético: este viaje fue posible gracias a la invitación de Iamsterdam y la colaboración de los lugares visitados. Las recomendaciones y opiniones son totalmente verídicas en base a la experiencia vivida.