Para leer este post te hago una sugerencia: pon de fondo la bonita banda sonora de Amélie, las canciones de Dalida o la música del Can Can. Éste es, sin duda, uno de los barrios más animados de París y estoy segura de que así se te hará más ameno este repaso por los lugares imprescindibles que ver en Montmartre.
Yo he podido visitar el barrio de Montmartre durante varios de mis viajes a París, incluido el último, el cual realicé en solitario en octubre de 2022, y siempre es un placer perderse por sus calles llenas de historia y arte y admirar sus principales monumentos.
Las mejores cosas que ver en Montmartre
El barrio de Montmartre es quizá el lugar más bohemio de París y uno de los más turísticos. Su esplendor llegó de la mano de los cabarets y los artistas, mientras que más recientemente la película Amélie hizo que mucha gente quiera visitar las localizaciones que aparecen en el film.
Allí encontrarás muchísimos lugares emblemáticos, pero también iglesias, restaurantes, street art, tiendas de souvenirs, museos, galerías de arte… Así pues, ¡es una zona de lo más animada! Mi consejo es que lo visites pronto por la mañana para evitar las grandes aglomeraciones de gente de las horas centrales del día. Además, recuerda ponerte un calzado cómodo para subir y bajar las cuestas y caminar por los adoquines que decoran sus calles.
Es un rincón de la capital francesa perfecto para perderte por tu cuenta y explorar calle a calle, aunque si no tienes mucho tiempo también puedes unirte a alguna visita guiada. Hay muchos free tours que recorren los principales atractivos del barrio de los pintores y aquí te dejo algunos de ellos para que elijas según la hora que mejor te convenga:
Basílica del Sacré Coeur
Una de las secuencias más icónicas de Amélie es la que transcurre en las escaleras de Montmartre (no te diré nada más para no destriparte la historia si aún no la has visto). Y, debido a ello, éste es uno de los lugares más concurridos de toda la zona, tanto las escaleras que llevan a la iglesia como el propio templo en sí.
La Basílica del Sagrado Corazón se comenzó a construir a finales del siglo XIX en memoria de aquellos franceses que perdieron la vida en la guerra franco prusiana y se inauguró una vez terminada la Primera Guerra Mundial. Se encuentra en lo alto de la colina de Montmartre y destaca por su color blanco y su domo central de 80 metros de altura.
Si quieres visitar el templo por dentro puedes hacerlo de forma gratuita por tu cuenta. Suele haber mucha cola, aunque también suele estar amenizada con los artistas callejeros. Para no esperar tanto y si prefieres conocer bien toda la historia y no perderte ningún detalle, también puedes hacer una visita guiada.
Una vez dentro, te recomiendo subir a la cúpula, aunque en este caso sí cobran entrada y debes tener en cuenta que hay que subir unos 300 escalones (no hay ascensor). Aunque sea un esfuerzo, las vistas desde arriba merecen la pena.
Place du Tertre
El siguiente lugar que visitar en Montmartre es su plaza principal. La place du Tertre es el corazón del barrio y siempre está hasta arriba de gente, pues es uno de los rincones más pintorescos de la capital.
Está llena de restaurantes y es también el lugar donde ver a los pintores en Montmartre. Por toda la plaza encontrarás a numerosos artistas pintando retratos y paisajes, y puedes comprar cualquiera de sus cuadros para llevarte un bonito recuerdo de tu viaje a París. Aunque haya mucha gente hay también muchos detalles con los que disfrutar de este sitio, como el mural que dice «Love», así que abre bien los ojos, porque el arte está por todas partes.
Museo de Montmartre
Para comprender la historia del barrio Montmartre, nada mejor que darse una vuelta por este museo. El Musée de Montmartre recoge el cambio que pegó este lugar tras unirse a París a finales del siglo XIX. Los artistas comenzaron a asentarse en sus callejuelas y así dio comienzo ese barrio bohemio que conocemos hoy en día.
El museo se encuentra en una antigua casa de campo del siglo XVII, conocida como la Maison du Bel Air. Suzanne Valadon y Maurice Utrillo tuvieron allí su taller, y muchos otros artistas trabajaron o bien en la casa o en sus jardines, como Auguste Renoir. El famoso impresionista pintó allí sus conocidos cuadros El baile del Moulin de la Galette y El Columpio, y es por ello que los jardines llevan su nombre.
En este museo podrás ver una exposición permanente con pinturas y dibujos de la época de los cabarets, así como muestras temporales, siempre relacionadas con el barrio o los artistas que vivieron en él. La entrada cuesta 15€ y puedes reservarla online con antelación.
Viñedo de Montmartre
Entre los rincones más sorprendentes que visitar en Montmartre se encuentra este histórico viñedo, del que se conoce su existencia desde el siglo X. Las damas de la Abadía de Montmartre, fundada por Adela de Saboya en el siglo XII, plantaron las viñas con las que se produciría el vino a lo largo de los siglos, hasta que en 1928 desaparecen para construir edificios en el terreno.
Los vecinos se opusieron al proyecto y lograron que las viñas se volvieran a plantar. Aquellas 2000 vides hoy en día siguen dando uvas y cada año sale una pequeña cosecha que se vende por el barrio. Las ganancias van para financiar proyectos sociales de la zona.
Podrás ver los viñedos desde la calle, pero si te interesa pasear entre ellos tendrás que tomar la visita guiada que se hace desde el Museo de Montmartre. La entrada al museo y la visita a las viñas cuesta 36€ con cata de vino y hay que reservar a través de su sitio web. Eso sí, ten en cuenta que la visita guiada es solamente en francés.
Cabaret Lapin Agile
Frente a la viña, otro lugar histórico de Montmartre: el Lapin Agile. Se trata del cabaret más antiguo del barrio, fundado en la segunda mitad del XIX y salvado de su destrucción por Aristide Bruant, famoso cantante de la época representado por Toulouse-Lautrec en uno de sus icónicos pósters.
Su nombre («conejo ágil» en castellano) viene del dibujo de un conejo pintado en la fachada por el caricaturista André Gill. Pronto se comenzó a conocer como el lugar del «lapin à Gill» («el conejo de Gill») y acabó derivando en «agile» por la similitud en la pronunciación.
Pablo Picasso o Guillaume Apollinaire fueron algunas de las personalidades que frecuentaron este local, así que si quieres vivir su ambiente puedes asistir al espectáculo que tiene lugar los martes, jueves, viernes y sábados por la noche.
Rue de l’Abreuvoir
Entre las calles más pintorescas de Montmartre está ésta. En ella podrás ver algunas antiguas casonas muy bonitas, aunque quizá lo más destacado es el restaurante La Maison Rose, que en su día fue la casa del pintor Ramón Pichot, amigo de Picasso y Dalí, quienes le visitaron en su estudio.
La casa fue pintada por artistas como Élisée Maclet y Maurice Utrillo, a quien se debe la fama del edificio, y muchos famosos de todo tipo frecuentaron el restaurante, como Edith Piaf, Alain Delon o Dalida.
Al final de la calle encontrarás precisamente el busto de Dalida, que fue una reconocida cantante (entre sus éxitos está la canción Paroles, paroles que todos hemos escuchado cientos de veces). Vivió en el barrio de Montmartre y su casa no se encontraba muy lejos de allí, en la rue d’Orchampt, donde hay una placa conmemorativa.
Ateliers y casas de pintores
La de Dalida no es la única casa de personajes famosos que puedes visitar en Montmartre. De hecho, han sido tantos los artistas que han pasado por allí que verás placas en muchos de los edificios del barrio.
Quizá una de las más conocidas sea la casa de Vicent Van Gogh y su hermano Théo. Se encontraba en la rue Lepic número 59 y hoy en día no es fácil localizarla porque ya no está la placa identificativa.
Otro de los lugares imperdibles es Le Bateau-Lavoir, el que fuera estudio de numerosos artistas en la plaza Émile Goudeau. Entre ellos, Pablo Picasso, donde expuso por primera vez su cuadro Las señoritas de Aviñón en 1907. El edificio fue destruido en un incendio, pero se conserva la fachada. No muy lejos de allí, en la calle Gabrielle, estuvo el primer estudio de Picasso.
El Muro de los «Te amo»
Por todo Montmartre vas a ver arte a raudales y no puede faltar el street art tan de moda en estos tiempos. Una de las obras más conocidas es Le Mur des Je t’aime, un mural de 40 metros de largo en el que se puede leer «te quiero» en 250 idiomas. Fue realizado por Frédéric Baron, Claire Kito y Daniel Boulogne en el año 2000 y se ubica en la plaza de Abbesses.
Cementerio de Montmartre
El barrio de Montmartre en París es sinónimo de arte y hasta el cementerio es un lugar que merece la pena visitar. Allí están enterradas muchas personalidades francesas de todos los ámbitos y la entrada es gratuita, así que no dejes de darte una vuelta por allí y visitar las tumbas más famosas.
En las entradas del cementerio encontrarás un listado y un mapa donde están indicados los nombres más ilustres, así que no tienes más que ir mirándolo a medida que paseas. Algunos de los personajes allí enterrados son la cantante Dalida, el físico Foucault (el del péndulo), el cineasta François Truffaut o el pintor y escultor Edgar Degas.
Moulin Rouge
Para terminar el día, bajando de la colina, otro de los imprescidibles de este barrio es el cabaret más famoso de París. El Moulin Rouge (o «Molino Rojo») se fundó en 1889, en plena Belle Époque y coincidiendo con la exposición universal en la que se inauguró también la Torre Eiffel.
Los espectáculos del Moulin Rouge pronto gozarían de un reconocimiento internacional y algunas de sus artistas serían catapultadas a la fama, como Jean Avril o La Goulue, gracias a los posters de Toulouse Lautrec en los que se anunciaban las funciones. Con el paso de los años no solo se han sucedido los espectáculos de can can, sino que grandes artistas se han subido a su escenario, como Edith Piaf, Charles Aznavour o Frank Sinatra.
Hoy en día sigue siendo uno de los lugares de referencia en la cultura parisina, así que si quieres vivir una auténtica fiesta puedes asistir a alguna de sus funciones. Hay varios pases todas las tardes y noches y puedes escoger entre solamente ver el show o también cenar. Aquí te dejo algunas alternativas que puedes reservar:
Entrada para el Moulin Rouge con opción a cena
Dónde comer en Montmartre
Hay tantos lugares que visitar en Montmartre y tan interesantes que en algún momento necesitarás hacer una pausa para descansar y reponer fuerzas. Todo el barrio está lleno de restaurantes y cafés, pero aquí te reseño algunos de los más famosos por si quieres sentarte a comer, cenar o simplemente tomar algo.
Yo comí en Le Moulin de la Galette, uno de los restaurantes más conocidos por estar situado junto al lugar donde Renoir pintó su famoso cuadro. Lo reconocerás por tener uno de los típicos molinos de Montmartre, uno de los pocos que han sobrevivido al paso del tiempo. En el menú encontrarás platos típicos franceses y un menú de mediodía a buen precio, todo acompañado de buenos vinos. Yo probé el coq-au-vin y estaba muy rico.
También muy conocido es La Maison Rose, que te mencionaba más arriba. Allí es posible tomar brunch y su pequeña terraza siempre suele estar llena, sobre todo en los días soleados, porque es un lugar de lo más agradable.
Mientras, si eres fan de Amélie quizá te guste pasar por el Café des deux Moulins, que fue una de las localizaciones de la película. La protagonista trabajaba allí y varias de las escenas se desarrollan en su interior.
Cómo llegar a Montmartre
El barrio Montmartre es uno de los más visitados de París. Se ubica en una colina coronada por la Basílica del Sagrado Corazón, así que, por una parte, es visible desde muchos lugares de la capital francesa y, por otra, desde lo alto del barrio hay bonitas vistas de la ciudad. Llegar es muy sencillo en transporte público, así que toma nota de tus opciones.
Si quieres conocer cómo funciona el transporte público, te recomiendo leer el apartado sobre cómo moverte por París.
Metros más cercanos a Montmartre
La manera más habitual de llegar hasta Montmartre es tomar el metro. Las líneas 2 y 12 pasan por allí y tienen varias paradas donde poder bajarte:
- Línea 2:
- Anvers: parada más cercana al Sacré Coeur (ten en cuenta que te deja abajo).
- Pigalle: en pleno boulevard de Clichy.
- Blanche: frente al Moulin Rouge.
- Línea 12:
- Pigalle: en esta estación de metro coinciden ambas líneas.
- Abbesses: junto al muro de los «Te quiero», es la estación más céntrica.
- Lamarck-Caulaincourt: del otro lado de la colina.
Funicular de Montmartre
Si viajas en la línea 2 de metro y decides bajarte en Anvers para subir al Sacré Coeur, tienes dos opciones: caminar y subir escaleras o tomar el funicular. Si no estás muy en forma o ese día te da pereza por lo que sea, lo más cómodo es el funicular. Puedes utilizarlo validando un ticket de transporte público, ya sea el ticket T+ o un billete turístico.
Tren turístico Le Montmartrain
Otra opción para evitar subir a pie hasta lo alto de Montmartre es tomar el tren turístico. Existe un trenecito que conecta la plaza Pigalle con el Sacré Coeur en un recorrido panorámico por algunas de las calles del barrio. Tiene dos trayectos, de subida y de bajada, y el precio para la ida y vuelta es de 8 euros.
Ya ves que hay muchas cosas que ver en Montmartre. Si te lo tomas con calma podrás descubrir muchos más lugares increíbles y disfrutar de un día de turismo de lo más entretenido. Arte, historia, pintores, restaurantes, cabarets… ¡Es un barrio de lo más completo!
Este post pertenece a las guías para viajar sola a Francia y viajar sola a París
Viajera y fundadora de #QuieroViajarSola. Desde que comencé a viajar sola en 2016 siempre tuve una inquietud: motivar a otras mujeres a viajar solas. Para ello, decidí crear este blog en 2018, en el que te cuento todos los viajes que he realizado en solitario en estos casi 8 años como viajera independiente y te doy consejos para que puedas organizar tu viaje por libre y disfrutar recorriendo el mundo en solitario.
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