Cómo empacar para un viaje corto e internacional

Cuando estamos preparando un viaje nos surgen mil dudas, y una de ellas es la del equipaje. ¿Qué hay que llevar? Liz Bautista te cuenta en este post cómo preparar la maleta o mochila para un viaje al extranjero de corta duración. ¡Toma nota de sus consejos!


Hace un par de meses hice mi primer viaje internacional. Me fui por 8 días a Europa, a algunas ciudades en Bélgica y Holanda y Londres, y me surgió la duda de cómo empacar para un viaje corto y a varios lugares como éste.

Empacar para un viaje corto
Liz Bautista te cuenta cómo empacar para un viaje corto e internacional. Foto: Liz Bautista

Viajar ligero y económico

Cuando compré los vuelos, en inicio económicos, noté que si agregas equipaje para documentar o facturar el costo aumenta bastante (tanto en aerolíneas de bajo costo como TuiFly, como en las no tanto como British Airways). Lo más barato es viajar con un máximo de 10 kilos y un tamaño que quepa en el maletero del avión.

Además, al llegar a cada ciudad no puedes esperar a comenzar a explorar, y de por sí es agotador tener que esperar en migración al llegar a cada ciudad para que revisen tus documentos. No quiero imaginar también lo que sería esperar a que llegue tu maleta en las cintas.

Aunque es un poco cansado cargar tanto peso, encontré que llevar sólo una mochila y una bolsa pequeña facilita mucho el viaje y ahorra mucho tiempo. Aquí comparto cómo empacar lo más cómodamente posible, en el menor espacio y con el menor peso para un viaje corto.

Empacar para un viaje corto
El bolso de mano puede ir siempre contigo. Foto: Liz Bautista

Bolsa de mano

Durante todo el viaje tuve una pequeña bolsa de mano que no solté nunca. Ahí tenía todo lo, digamos, vitalmente necesario: pasaporte y cartera con dinero, una libretita y lápiz para anotar lo que voy viviendo, un libro para leer a ratos, mi cámara, power bank y cables, pastillas por si algo malo llega a pasar, un poco de maquillaje, selfie stick (primera vez que lo intento gracias a recomendaciones de otras viajeras y sí, excelente opción), un impermeable que se hace bolita, candado para los lockers en los hostales, etcétera. Compré unos de esos ganchos que se usan para escalar y en la misma bolsa colgaba un suéter y un termo para el agua.

Todo eso lo guardo en pequeñas bolsitas para que sea más fácil acomodar y accesar. Además, la misma bolsa tiene compartimentos. Es importante mencionar que esta bolsa es sencilla para llevar delante de ti y evitar que alguien pueda sacar algo si estás entre un tumulto de gente, como suele pasar en lugares muy turísticos.

Otra ventaja es que es suficientemente pequeña para no tener que dejarla en paquetería al entrar a museos u otros lugares donde no permiten entrar con equipaje. También cabe perfecto debajo del asiento del avión. Durante los vuelos largos, también llevo en esta bolsa un antifaz y un par extra de calcetas, que cambio a la mochila el resto del viaje.

Empacar para un viaje corto
Esto es lo que empacar en el bolso de mano. Foto: Liz Bautista

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Mochila

En la mochila que cargué en la espalda y que dejé en los hostales cuando pude, llevé todo lo demás. Aunque hay mochilas diseñadas especialmente para viajar y son padrísimas, la mayoría también tiene más espacio.

Yo opté por llevar una que compré hace un par de años en Zara (de esas para llevar libros y computadora) que me encanta porque, por más llena que vaya, no puede pesar tanto como otras mochilas. Entre otras cosas, los tirantes son suficientemente gruesos para no lastimar, y no tiene bolsos exteriores que puedan llamar la atención.

Ahí llevé un par de bolsas de tela y, dentro de cada una, mi ropa. Llevé las blusas más delgaditas posibles, y el pantalón que usa más espacio lo usé cuando tenía que tomar vuelos o trenes para que la bolsa pesara menos. Lo mismo hice con mis botas (dejando en la mochila mis zapatos más ligeros). Llevo siempre, además, una bolsa de plástico donde voy metiendo la ropa sucia.

Para no llevar ropa de más ni de menos, planée todos mis outfits: todas las blusas combinaban con las 3 opciones de pantalones y 2 de zapatos que llevé. Entonces, doblé cada blusa con la ropa interior necesaria dentro. Así, cada día nuevo sólo tomaba la blusa, y dentro ya iba todo lo demás necesario para no tener que hacer vueltas en la maleta cada mañana.

En esta misma mochila llevé mis artículos de aseo personal, lo más pequeños posibles, y una toalla de microfibra que seca rapidísimo y que se enrolla en una bolsita pequeña.

Empacar para un viaje corto
Llevar todo en bolsas es esencial para ahorra espacio. Foto: Liz Bautista

Peso ligero

Por más llenas que parecían ambas mochilas, juntas no pesaban más de 8 kilos. Incluso hubo espacio para traer un par de cositas de mi viaje.

¿Mi souvenir favorito? Llené mi mochila de pines de aquellas experiencias y lugares que disfruté más. ¡Ya quiero seguirla llenando!

Liz Bautista

Viajera Mexicana, Psicóloga Fundadora de Mil Grullas y Coordinadora de Desarrollo de Capacidades en yCo.
A principios de 2019 comenzó a viajar sola por su país. Desea que las mujeres encuentren su bienestar al confiar en ellas mismas viajando y aprendiéndose en esa maravillosa experiencia. Le apasiona tomar fotografías en sus viajes.

Liz Bautista

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