Una de las excursiones más interesantes que hacer al visitar Canadá es la de ver ballenas en Quebec. Poder avistar a estos grandes mamíferos en su ecosistema es una experiencia única, además de poder aprender mucho sobre diferentes especies de cetáceos y observar paisajes realmente preciosos.
He realizado varias excursiones para avistar ballenas en diferentes lugares y Quebec es uno de los más peculiares del mundo. Entre otras cosas, porque es el lugar más al sur en el mundo donde poder ver belugas. ¡Te cuento mi experiencia!
Las ballenas de Quebec
La provincia de Quebec es uno de los mejores lugares del mundo donde ver ballenas en libertad. Concretamente, en la costa del río San Lorenzo, en la zona próxima a Tadoussac, unos 250 kilómetros al norte de la ciudad.
En esa zona el río San Lorenzo, que recorre toda la provincia de Quebec, se ensancha hasta los 25 kilómetros antes de llegar al Océano Atlántico. Allí forma el estuario más grande del mundo y se ha protegido como Parque Nacional Marino Saguenay-Saint-Laurent para que siga siendo el hogar de numerosos mamíferos marinos.
Sus aguas son ya saladas y profundas y, debido a la mezcla de las corrientes atlánticas con las de los ríos San Lorenzo y Saguenay (que desemboca en esta zona en el San Lorenzo), son un lugar ideal para que las ballenas acudan a alimentarse. De hecho, llegan en la primavera y pasan allí 6 meses alimentándose sin descanso para, en otoño, poner rumbo a aguas más cálidas hacia el Caribe. Allí ya no comen más, sino que sobreviven otros 6 meses gracias a lo ingerido en la zona del San Lorenzo. Por tanto, la mejor época para ver ballenas en Quebec es entre mayo y octubre.
Qué animales podrás ver en el estuario del San Lorenzo
Hay 80 tipos de ballenas surcando los mares y océanos de todo el mundo y, de ellas, 12 especies son las que llegan a las costas de Quebec. Entre ellas, las belugas, algo insólito, ya que éstas suelen vivir en aguas más frías, en el Ártico. Se caracterizan por su color blanco y su sonrisa, y son de las ballenas más amistosas que existen. Debido al cambio climático y la contaminación, hoy en día es una especie en peligro de extinción, no llegando ni siquiera a los 900 ejemplares en esta zona.
También es posible ver a los dos animales más grandes de la Tierra. Por una parte, las ballenas azules, que miden entre 21 y 30 metros de largo y llegan a pesar más de 100 toneladas. Por otra, las ballenas de aleta (o rorcual común), que miden hasta 21 metros de largo y pesan hasta 50 toneladas. Estas últimas tienen una aleta dorsal, y es difícil distinguirlas de las ballenas Minke (o rorcual Minke), que también poseen una aleta similar. Sin embargo, son más pequeñas, midiendo entre 6 y 10 metros y pesando entre 6 y 10 toneladas.
Además, de vez en cuando también es posible ver otros animales marinos, como diferentes especies de focas, y es que estos simpáticos animales también viven en estas aguas. Por último, si miras al cielo en el mes de octubre, podrás ver numerosos grupos de aves que migran volando en forma de flecha desde la provincia de Labrador hasta zonas más cálidas en Estados Unidos donde pasar el invierno.
Cómo ver ballenas en Quebec
Para llegar desde la ciudad de Quebec a Tadoussac tienes principalmente dos opciones. La primera de ellas sería ir por tu cuenta, yendo en coche o tomando un autobús de Intercar (dos autobuses diarios) hasta el pueblo de Tadoussac y allí contratar la excursión para ver las ballenas. Si vas en autobús, como solo hay dos frecuencias diarias de transporte, no te daría tiempo a volver en el mismo día y tendrías que quedarte a dormir allí para volver al día siguiente.
Si no quieres complicarte tanto, hay una opción mucho más sencilla: contratar la excursión de Croisières AML desde Quebec para que te lleven a ver las ballenas y volver en el mismo día. Ésta es la opción que te recomiendo (y la que probé), ya que se aprovecha el tiempo mucho más. Eso sí, las explicaciones son solamente en inglés y francés.
Opciones para realizar el tour desde Quebec
Como te decía, la excursión para ver ballenas desde Quebec es de un día completo. Como los cetáceos solo habitan estas aguas en meses cálidos (excepto las belugas), el tour se realiza solamente entre mayo y octubre. Así pues, si vas a viajar a Quebec en esa temporada, asegúrate de reservar online con algo de antelación este tour para poder realizarlo.
Puedes realizar la excursión de Croisières AML de dos modos diferentes: en zodiac o en barco. Las barcas zodiac son más ligeras y rápidas, pero también más incómodas ya que no podrás pasear, se mueve mucho y puedes mojarte si el agua está picado por el viento. El barco grande es más lento, pero te ofrece una mejor visión ya que está más alto y no te salpicará el agua.
Dentro del barco, a su vez, hay dos posibilidades: el pasaje normal y el pasaje VIP. Con el normal tienes el paseo con las explicaciones y varias zonas desde las que poder ver las ballenas (todo al aire libre), mientras que en el VIP podrás ver las ballenas desde una sala calentita, con sillones cómodos, bebida y comida de la región, además de acceder a una terraza en la parte más alta del barco desde las que observar todo a tus anchas. Esta opción es más cara, pero mucho más conveniente en épocas frías como el comienzo del otoño.
Resumiendo, tienes las siguientes opciones para realizar un tour de observación de ballenas en Quebec (haz clic para reservar la que más te guste):
- Tour para ver ballenas en zodiac
- Tour para ver ballenas en barco
- Experiencia VIP de avistamiento de ballenas en barco
Cómo es la excursión con Croisières AML
El día de la excursión, el punto de encuentro es en la Plaza de Armas de Quebec, en pleno centro. Allí habrá una persona de la empresa con la lista de asistentes, así que acércate para que anote que has llegado. Te dará una tarjeta con un código que deberás enseñar al autobús cuando éste llegue (sale también desde la Plaza de Armas).
Una vez todo el mundo está allí, sobre las 9 de la mañana ¡comienza la aventura! El conductor del autobús irá contándote un montón de cosas tanto de la región de Quebec, como de las ballenas y del tour. Durante el trayecto se cruza la región de Charlevoix, que es de las más pintorescas de Canadá. Pasarás por Sainte Anne de Beaupré, Baie Saint Paul y La Malbaie, parando un par de veces (una a estirar las piernas y desayunar, y otra a ver una pequeña cascada en Saint Siméon).
La parada final es Baie Sainte Catherine, donde está el embarcadero y donde separarán a las personas que hacen el tour en barco y las que van en zodiac. Si vas en zodiac te darán un traje especial para el frío, y si vas en barco, simplemente tendrás que esperar unos minutos a que llegue desde Tadoussac. Más o menos, sobre las 13:30 tanto la zodiac como el barco zarpan rumbo a aguas más abiertas ¡para ver las ballenas!
La experiencia a bordo del barco
Una vez a bordo, podrás moverte de un lado a otro para fotografiar el paisaje y observar si hay animales a la vista. ¿Cómo puedes reconocer a una ballena? Intentando ver sobre el agua una columna de vapor, que es lo que expulsan las ballenas al salir a respirar a la superficie. No es tarea fácil, pero no te preocupes porque igual que tú hay muchas otras personas mirando a todas partes para intentar avistarlas, en especial, el capitán del barco y la guía.
Durante todo el trayecto (unas 3 horas de excursión) podrás escuchar a la guía hablar sobre todo lo que se puede ver desde el barco (en inglés y francés). Debes estar atenta especialmente a los números, y es que, una vez a bordo, la manera que tienen de avisar a los pasajeros de dónde está la ballena avistada es con los números del reloj.
Así, si la ballena está en la proa será whale at 12 («ballena a las 12»), si está en estribor (parte derecha), whale at 3 («ballena a las 3»), si está en la popa, whale at 6 («ballena a las 6»), y si está en babor (parte izquierda), whale at 9 («ballena a las 9»). Evidentemente, si están entre esos puntos será whale at 2, whale at 5, whale at 10 o el número que corresponda a la posición de la ballena. Esto se hace para que todo el mundo sepa de una forma sencilla dónde mirar.
Para observar ballenas hay que tener paciencia. No es fácil verlas porque el espacio es enorme y son muy rápidas. Por ello siempre conviene tener la cámara preparada para darle al botón o hacer ráfaga. Es muy muy probable ver ballenas en esta zona porque hay muchísimas, así que no te desanimes si ves que pasan los minutos y no lo consigues, nunca se sabe dónde pueden estar. En mi experiencia pude ver varias rorcuales Minke y una foca, y justo cuando volvíamos a puerto vimos belugas, aunque estaban un tanto lejos.
De vuelta a puerto el barco parará primero en Tadoussac, pero no debes bajarte sino seguir hasta la última parada de vuelta a Baie Sainte Catherine. Una vez allí, el autobús estará esperando para volver a Quebec City. En la vuelta no se hace ninguna parada, sino que va directo hasta la ciudad, y te dejará en la Plaza de Armas, en el mismo lugar donde lo tomaste.
Como últimos consejos, si vas en verano no olvides la crema solar y las gafas de sol, y si vas en días más frescos, gorro, guantes y abrigo porque a bordo, con la brisa, puede hacer bastante frío. Además, no olvides llevar algo de bebida y comida especialmente si viajas en zodiac o con el pasaje normal en el barco, ya que no hay paradas para almorzar, solo la de la mañana.
¿Es recomendable por tanto la excursión para ver ballenas en Quebec? ¡Sí, mucho! No es barato, pero es una gran oportunidad para ver a estos grandes animales en libertad, en su hábitat natural. Además, no es algo que puedas hacer todos los días, así que merece la pena pegarse un capricho, ¿no crees? Si quieres más información, tienes varios vídeos en los stories de Quebec en Instagram.
Este artículo pertenece a la guía para viajar sola a Canadá
Viajera y fundadora de #QuieroViajarSola. Desde que comencé a viajar sola en 2016 siempre tuve una inquietud: motivar a otras mujeres a viajar solas. Para ello, decidí crear este blog en 2018, en el que te cuento todos los viajes que he realizado en solitario en estos casi 8 años como viajera independiente y te doy consejos para que puedas organizar tu viaje por libre y disfrutar recorriendo el mundo en solitario.
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