Durante mi último viaje por territorio chileno en marzo de 2022 decidí conocer un poco mejor el Norte Grande de Chile, dedicando uno de los días de la ruta a conocer la principal ciudad de la zona. Tras mi experiencia, hoy te cuento qué hacer en Antofagasta, la «Perla del Norte» y un buen punto de partida para explorar la región.
Antofagasta es una de las ciudades más pobladas del país y la que cuenta con una mayor renta per cápita, pues en esta zona hay muchas empresas mineras, su principal motor económico. Debido a que es una ciudad industrial, no es tan turística como otros destinos chilenos, pero aún así hay algunos lugares que merece la pena conocer.

Qué hacer en Antofagasta capital
Antofagasta está profundamente ligada al desierto y a la minería. Originalmente fue un territorio habitado por pueblos indígenas atacameños y luego administrado por Bolivia durante el siglo XIX. Su transformación comenzó con el descubrimiento y explotación del salitre, un recurso muy valioso en la época para la agricultura mundial. En 1868 se fundó oficialmente como puerto para exportar este mineral, lo que atrajo a comerciantes, trabajadores y empresas extranjeras, convirtiéndola rápidamente en un centro económico clave del Pacífico sur.
El destino de la ciudad cambió para siempre con la Guerra del Pacífico (1879–1883), cuando Antofagasta pasó de manos bolivianas a integrarse definitivamente a Chile. Tras la guerra, la industria salitrera alcanzó su auge y la ciudad vivió años de prosperidad, construyendo infraestructura, ferrocarriles y barrios que aún reflejan ese pasado. Aunque la industria del salitre decayó con la llegada del salitre sintético, Antofagasta volvió a reinventarse gracias a la minería del cobre, convirtiéndose en la capital minera de Chile y una de las ciudades más importantes del norte hasta la actualidad.
¿Y qué hay que visitar en Antofagasta capital? Aunque no sea un destino tan turístico como otros, lo cierto es que hay varios puntos de interés en la misma ciudad que harán que pases un día de lo más entretenido paseando por sus calles comerciales, visitando sus museos o relajándote mirando el océano.
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Plaza Colón
Al visitar Antofagasta es imprescindible recorrer el centro de la ciudad. Esta capital es una de las más pobladas de Chile y por ello es muy extensa, pero la zona céntrica se puede recorrer perfectamente a pie porque son unas pocas cuadras.
Como en otras ciudades con pasado colonial, el centro de Antofagasta se dispone en forma de damero en torno a su Plaza Colón. Entre jardines y fuentes, allí encontrarás la Torre del Reloj, inspirada en el Big Ben de Londres y donada por la colonia inglesa que vivía en la ciudad durante el auge salitrero, así como algunos edificios interesantes, como la Catedral de Antofagasta, la Biblioteca Regional o la Municipalidad de Antofagasta.
Aunque hoy sea un lugar agradable, este lugar fue escenario de un trágico suceso el 6 de febrero de 1906: la llamada Matanza de la Plaza Colón. En ese día, los obreros del Ferrocarril de Antofagasta a Bolivia y otros gremios se habían reunido en huelga para exigir mejoras laborales. La movilización se dio en una plaza rodeada de fuerte presencia militar y, según los informes de la época, la tensión derivó en un tiroteo que duró apenas unos minutos pero dejó decenas de muertos.
Antofagasta era en ese momento una ciudad donde el crecimiento industrial y portuario había generado condiciones laborales muy precarias para muchos trabajadores, y la organización gremial comenzaba a tomar fuerza. Tras los hechos la ciudad vivió distintas reacciones: hubo incendios como represalia por parte de los obreros, se declaró el estado de sitio y la historia de las víctimas quedó en gran parte silenciada durante décadas, de ahí que no sea un hecho muy conocido.

Catedral de Antofagasta
De los edificios de la plaza quizá el de mayor importancia sea la Catedral de Antofagasta. Su origen se remonta al siglo XIX, cuando Antofagasta aún formaba parte del territorio boliviano y contaba con una modesta capilla de madera que terminó siendo víctima de incendios. Con el tiempo, tras el gran incendio del 15 de noviembre de 1906, se decidió construir un nuevo templo más sólido, cuya primera piedra se colocó el 15 de noviembre de 1907.
Su estilo arquitectónico es de influencia neogótica, con hermosos vitrales y una estructura construida en hierro, piedra y cemento. Dentro de su interior destacan vitrales importados desde Múnich (Alemania) que representan los misterios del Rosario, la muerte de San José y otros motivos religiosos.

Calles Arturo Pratt y Manuel Antonio Matta
Las cuadras que rodean a la plaza están llenas de comercios y algunas de ellas son peatonales para facilitar que la gente pasee y realice su compras. No te puedes perder el eje formado por las calles Manuel Antonio Matta y Arturo Prat, en las que hay algunos edificios llamativos y cuando yo lo visité había muchos puestos formando un mercadillo al aire libre.
En Manuel Antonio Matta está el mercado municipal, donde se venden todo tipo de productos frescos. Además, podrás ver las esculturas que recuerdan a personalidades de la historia de Antofagasta, como la cineasta Adriana Zuanic y la primera periodista chilena, Lenka Franulic.

Museo de Antofagasta
Junto al centro de la ciudad pero asomándose al Pacífico hay un rinconcito donde aún quedan en pie los antiguos edificios construidos para albergar los servicios derivados de la creciente industria minera del siglo XIX. Se trata de lugares como la antigua aduana o la estación de ferrocarril a Bolivia, que hoy en día están catalogados como monumentos nacionales y, en conjunto, zona típica.
Hoy algunos de esos edificios han sido reconvertidos a museos. En lo que fueron la aduana y el edificio de la Gobernación Marítima se ubica el Museo Regional de Antofagasta, con una colección de más de 10.000 objetos que dan cuenta de la historia prehispánica o los minerales de la región distribuidos en doce salas. Se puede visitar por libre o con visitas guiadas y es gratuito si no me equivoco.

Muelle Histórico de Antofagasta
Además de los museos, otra de las cosas que ver en Antofagasta y su barrio histórico es el antiguo muelle salitrero o muelle Melbourne Clark. Se trata de un antiguo muelle de madera que se utilizaba para transportar el salitre y fue construido en 1872 por la compañía Melbourne Clark.
A lo largo del siglo XX el muelle fue perdiendo su función original con el declive de la industria del nitrato, y su estructura comenzó a deteriorarse debido a la corrosión, el abandono y daños por incendios. Reconocido como Monumento Histórico Nacional en 1978, fue sometido a una importante restauración y hoy es un paseo donde puedes caminar sobre la estructura original, observar grúas portuarias antiguas y contemplar la bahía.

Paseo del Mar
Ya que estamos junto al mar, te recomiendo también acercarte hasta el Paseo del Mar. Se trata de un agradable paseo marítimo que se extiende desde el puerto de Antofagasta hacia el sur, en el que encontrarás gente practicando deporte y muchos coloridos murales, muchos de ellos con motivos feministas.

Balneario Municipal
Paseando por la costanera llegarás al Balneario Municipal de Antofagasta, una de las playas más emblemáticas de la ciudad. Originalmente conocido como «Baños Municipales» desde comienzos del siglo XX, el lugar fue intervenido para convertirse en playa accesible y de arena con aguas relativamente calmas, ya que el litoral de Antofagasta es tradicionalmente rocoso. A su alrededor encontrarás cafés y restaurantes para tomar algo con vistas al mar.

Parque Japonés
Muy cerca de allí está el Parque Japonés. Fue inaugurado en 1963 gracias a la donación de las primeras familias japonesas establecidas en Antofagasta, como una forma de compartir su herencia cultural y al mismo tiempo ofrecer un espacio de contemplación y conexión con la naturaleza para la comunidad local. Aunque es pequeñito, el jardín cuenta con elementos simbólicos del jardín japonés tradicional, como un lago con agua, vegetación cuidada o un puente de madera de color rojo.

Museo Ruinas de Huanchaca
Si sigues hacia el sur te encontrarás con otro de los lugares que conocer en Antofagasta. Se trata de las ruinas de Huanchaca, un complejo museístico en el que conocer tanto la historia salitrera de la región como la composición rocosa del territorio o la evolución de la Tierra.
El Parque Cultural Huanchaca se compone, además del museo, de los restos de lo que fue una antigua fundición de plata de la Compañía Minera de Huanchaca. La plata se trasladaba desde la zona de Uyuni y Oruro a Antofagasta por ferrocarril, donde se refinaba, pero debido a la poca rentabilidad del proceso, apenas estuvo en funcionamiento 20 años, cerrando en 1902. El acceso a la esplanada es libre, mientras que la entrada al museo me costó 2.000 pesos.

Monumento Natural La Portada
No te vayas de Antofagasta sin ir a conocer La Portada. Se trata de uno de los 15 monumentos naturales de Chile y es un arco natural de roca de 43 metros de alto frente a las costas antofagastinas. Está ubicado hacia el norte de la ciudad, cerca del aeropuerto, en una zona de acantilados del farellón costero. Para llegar hasta allí tendrás que ir en auto o tomar alguno de los tours que visitan varios puntos de interés en la zona.
Qué visitar en la Región de Antofagasta
Si después de todas estas cosas que visitar en Antofagasta capital te quedas con ganas de conocer más, apunta los lugares que te reseño a continuación. Son los principales atractivos turísticos de la región y te permitirán explorar tanto los increíbles e inhóspitos paisajes como la historia y la cultura que han forjado la identidad antofagastina.
La Mano del Desierto
Uno de los lugares turísticos de Antofagasta más reconocidos es la Mano del Desierto. Esta escultura de una mano que parece salir de las entrañas de la tierra es uno de los monumentos más fotografiados del desierto de Atacama. Fue diseñada por el escultor chileno Mario Irarrazabal y lleva saludando a los viajeros de la Ruta Panamericana desde el año 1992.
La escultura se ubica junto a esta importante ruta, a unos 75 kilómetros al sur de Antofagasta capital. Está en mitad de la nada, así que la única manera de visitarla es en auto. Si no tienes, puedes unirte a alguno de los tours que salen de la ciudad cada día, aunque no es fácil conseguir plaza viajando sola (y de hecho, me quedé sin ir). Estos tours, además de ir a visitar la Mano del Desierto te llevarán a ver otros atractivos turísticos de la ciudad, como el monumento natural de La Portada o el Museo de Huanchaca.
Oficina Salitrera Chacabuco
La zona norte de Chile se caracteriza por su actividad minera, y es que todo el territorio es rico en minerales muy necesarios para la industria. En el pasado una de las actividades más prósperas de la zona era la obtención del salitre, y de aquellas épocas hoy quedan sus edificios en ruinas, algunos catalogados como Monumento Nacional, como la Oficina Salitrera Chacabuco.
Esta oficina tuvo actividad durante la primera mitad del siglo XX y en ella se construyó una pequeña ciudad para alojar a las familias que trabajaban en la mina. Tras unos años de abandono, durante la dictadura de Pinochet se utilizó como campo de concentración. Ahora funciona como un museo para conocer un poco mejor su historia.

San Pedro de Atacama
Por último, otro de los lugares turísticos de Antofagasta región es San Pedro de Atacama. Es uno de los destinos más conocidos de todo Chile, y es que este pequeño pueblo se encuentra rodeado de una naturaleza espectacular. En sus alrededores podrás ver volcanes, salares, lagunas, atardeceres mágicos…
Allí hay mucho turismo y podrás hacer todo tipo de tours para conocer sus atractivos. Las excursiones más famosas son al Valle de la Luna, los geiseres del Tatio, las lagunas altiplánicas o la Laguna Cejar, pero hay muchos más. Yo ya lo he visitado en dos ocasiones y siento que me falta mucho por conocer, así que, si tienes tiempo, puedes pasar tranquilamente hasta una semana en este lugar.
Para más información, no te pierdas el post con todo lo que hacer en San Pedro de Atacama
Cómo es viajar sola a Antofagasta
Antofagasta es una de las ciudades más grandes y prósperas del país, pero no es de las más turísticas. Debido a ello no te encontrarás a muchos viajeros por sus calles y no hay hostels, por lo que no siempre es fácil conseguir un alojamiento económico al viajar en solitario.
Además, esto tiene otro inconveniente: es difícil hacer tours. No encontré demasiadas empresas de excursiones en Antofagasta, y las que hay son algo caras y suelen estar pensadas para un mínimo de dos personas, por lo que si vas sola, te cobran un extra. Mi consejo es que reserves tus tours con antelación para intentar asegurarte tu plaza. Puedes hacerlo en páginas como Nomades, donde te confirmarán si se apunta más gente al tour y si finalmente sale.
Por lo demás, Antofagasta es una ciudad agradable, sobre todo la parte sur. Me gustó pasear por el Paseo del Mar, donde hay muchos murales con motivos feministas, y ver atardecer desde allí. En la zona del balneario municipal hay además muchos bares y restaurantes para salir a cenar o tomar algo. Mientras, la zona del casco histórico está más descuidada. Allí hay varias calles comerciales y museos interesantes, pero sí me dio algo más de sensación de inseguridad.
En cuanto al resto de la región, definitivamente San Pedro de Atacama no tiene nada que ver con la capital. Allí hay muchísimo turismo, viajeros de todas las partes del mundo y cientos de excursiones. Es seguro y tiene unos paisajes increíbles, así que merece la pena visitarlo por varios días.
Por contra, Calama no tiene mucho interés turístico bajo mi punto de vista y sí se ve más peligrosa. Solo pasé por allí para cambiar de autobús al ir de Antofagasta a San Pedro y la misma dueña de la empresa de autobuses me avisó por activa y por pasiva de que tuviera mucho cuidado con mis cosas porque hay muchos robos en la zona centro.

Cómo llegar a Antofagasta
La ciudad de Antofagasta es la capital de la región homónima y la principal área urbana del norte de Chile. Se ubica a orillas del Océano Pacífico y a los pies de la Cordillera de la Costa, tras la cual se extiende el desierto de Atacama en todo su esplendor y dureza.
Antofagasta capital se encuentra a más de 1.300 kilómetros de Santiago de Chile, y a más de 400 y 500 kilómetros de las capitales de las regiones vecinas, Iquique y Copiapó respectivamente. Las distancias en el país son muy grandes, por lo que es posible llegar a Antofagasta tanto por carretera como en avión.
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Vuelos a Antofagasta
Si te encuentras en alguna ciudad o región lejana a Antofagasta, la mejor manera de viajar hasta allí es en avión. Existen muchos vuelos directos a Antofagasta a diario desde Santiago, La Serena y Concepción con las tres principales aerolíneas que operan en Chile: Latam, Sky Airline y JetSmart.
El aeropuerto de Antofagasta (aeropuerto Andrés Sabella, en honor a este poeta antofagastino) se ubica unos 25 kilómetros al norte de la ciudad. No existe transporte público hacia el centro, sino que funciona con transfer, como muchos otros aeropuertos en el país. Puedes contratarlo con antelación online o allí mismo cuando llegues. Una alternativa sería alquilar un auto si piensas recorrer otras zonas de la región.
Además del aeropuerto de Antofagasta, existe otro aeropuerto en la región. Se trata del aeropuerto de Calama, la segunda ciudad más poblada de la zona. Éste es el aeropuerto al que debes viajar si planeas visitar San Pedro de Atacama, pues es el más cercano.

Cómo llegar a Antofagasta por carretera
Si viajas por tierra desde regiones más cercanas, debes tener en cuenta las grandes distancias que existen entre las ciudades. En caso de que vayas a conducir, puedes ir por la Ruta 5 (Panamericana), la cual vertebra todo el país, o por la Ruta 1 desde Iquique, que discurre junto al mar.
Mientras, si te desplazas en transporte público podrás viajar a Antofagasta en autobús. Hay muchas compañías que tienen trayectos hasta allí desde las ciudades cercanas (Calama, Iquique, Arica, Copiapó…) e incluso desde Santiago. Pullman o Turbus son dos de las más reconocidas. Yo llegué desde Iquique en autobús siguiendo la carretera de la costa y fue un viaje que me gustó porque, aunque sea largo, el paisaje es sobrecogedor por las montañas áridas, el océano y la cantidad de kilómetros en los que no hay rastro de la civilización.
La terminal de buses se ubica en la zona norte de la ciudad y está algo lejos, por lo que tendrás que tomar un taxi para llegar hasta tu alojamiento. Hay taxis esperando allí que te llevarán directamente, aunque si sales a la calle y paras un taxi te saldrá más barato. Lo único es que en este caso tendrás que compartirlo con otras personas y puede que tardes un poco más.
Además, los autobuses también llegan a otros lugares de la región, como Calama y San Pedro de Atacama. Para éste último lo más probable es que tengas que hacer trasbordo en Calama, como me pasó a mí. Viajé de Antofagasta a Calama con Turbus y después en otra compañía regional hasta San Pedro.

Dónde dormir en Antofagasta
La ciudad de Antofagasta es muy grande, así que a la hora de buscar un alojamiento debes fijarte bien en el mapa dónde está para que no te quede muy lejos de todo. Para mí, la zona ideal es en torno al boulevard Parque Brasil, entre el centro y la zona del balneario, porque así tienes cerca las dos zonas a visitar en la capital.
Yo me quedé en un lugar llamado Fragga Hospedaje Boutique, con habitaciones individuales, una decoración actual, desayuno incluido y ubicado en el entorno del estadio de fútbol. Si prefieres otras opciones, por aquí te dejo un mapa donde puedes consultar disponibilidad y precios:
Espero que este post te ayude a conocer qué hacer en Antofagasta, tanto en la capital como en el resto de la región. Como te decía, no está entre los destinos más turísticos del país, pero sí merece la pena pasar por allí a descubrir su pasado. Es además un buen punto de entrada al desierto de Atacama y el Norte Grande de Chile en general, así que no dudes en ponerlo en tu ruta por esta zona del país.
Este post pertenece a la guía para viajar sola a Chile
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