Aunque su nombre no esté entre los más famosos al hablar de turismo en Argentina, desde allí parte un recorrido que sí lo está. Conocido por ser el punto de partida del Tren a las Nubes, este pequeño pueblo de la Puna salteña está rodeado de paisajes de otro mundo. Yo lo visité en 2016 en una excursión desde Salta y hoy te cuento qué hacer en San Antonio de los Cobres y sus alrededores para que también lo conozcas. ¡Vamos a ello!

Qué hacer en San Antonio de los Cobres y alrededores
San Antonio de los Cobres es una pequeña localidad ubicada en el corazón de la Puna salteña, a más de 3.700 metros sobre el nivel del mar. Su historia está profundamente ligada a los pueblos originarios que habitaron esta región del altiplano andino, como los atacamas o lickan antay, quienes ya aprovechaban los recursos minerales y pastaban sus llamas y alpacas en estas tierras áridas mucho antes de la llegada de los españoles. Con la colonización, el lugar comenzó a ser un punto de paso en las rutas que unían el noroeste argentino con el Alto Perú, y más tarde se consolidó como un asentamiento minero, gracias a la explotación del cobre que le dio su nombre.
A comienzos del siglo XX, San Antonio de los Cobres adquirió gran relevancia con la construcción del Ferrocarril General Belgrano, una obra monumental destinada a unir Argentina con Chile a través de los Andes. Este proyecto transformó al pueblo en un centro ferroviario estratégico y dio origen a una de las atracciones más famosas del país: el Tren a las Nubes, que hoy sigue atrayendo viajeros de todo el mundo.
Cartel Bienvenidos a San Antonio de los Cobres
El cartel de «Bienvenidos a San Antonio de los Cobres» es una de las primeras postales que encuentran quienes llegan a este remoto pueblo de la Puna salteña. Ubicado en un cerro junto al pueblo, marca simbólicamente el ingreso a uno de los lugares más altos y auténticos del norte argentino. Más allá de su función turística, este cartel representa el espíritu de la comunidad puneña: la hospitalidad, la resistencia y el orgullo de vivir en un entorno tan desafiante.

Iglesia de San Antonio de Padua
En el centro del pueblo está la Iglesia de San Antonio de Padua. En su interior, el ambiente es humilde pero acogedor, con imágenes de santos y detalles que reflejan la devoción popular del pueblo. Su arquitectura responde al estilo tradicional del altiplano andino, adaptada al clima extremo y a la altura. Cada 13 de junio, la iglesia se convierte en el centro de las celebraciones de la Fiesta Patronal de San Antonio de Padua, cuando los habitantes del pueblo y de las comunidades cercanas se reúnen para rendir homenaje a su santo patrono.

Tren a las Nubes
Desde San Antonio de los Cobres parte el Tren a las Nubes, una de las experiencias turísticas más emblemáticas de Argentina. Su recorrido atraviesa bonitos paisajes de la Cordillera de los Andes, alcanzando alturas superiores a los 4.200 metros sobre el nivel del mar, lo que le da su nombre.
Fue construido a principios del siglo XX como parte del Ferrocarril General Belgrano, con la finalidad de conectar Argentina con Chile a través de los Andes. Hoy, el Tren a las Nubes se ha transformado en un atractivo turístico que llega hasta el famoso Viaducto La Polvorilla, una estructura de acero de 224 metros de largo y 63 de alto que se ha convertido en la postal más famosa del trayecto. El tren se toma en la estación de San Antonio de los Cobres, y es común tanto visitarlo por libre desde el pueblo como haciendo una excursión desde Salta en la que primero se visita la Quebrada del Toro.

Alfarcito
A unos 20 kilómetros de San Antonio de los Cobres, por la serpenteante Ruta Nacional 51, se encuentra Alfarcito. Este pequeño poblado andino cobró vida gracias al trabajo del Padre Chifri (Sifgrido Maximiliano Moroder), un sacerdote muy querido que dedicó su vida a mejorar la calidad de vida de los habitantes de la zona. Bajo su impulso se fundó el Colegio Secundario Rural de Montaña de Alfarcito, una institución que permite a jóvenes de comunidades dispersas continuar sus estudios sin tener que abandonar su tierra. Hoy, el colegio y la comunidad son un ejemplo de desarrollo local y esperanza en medio de las montañas áridas de la Puna.

Santa Rosa de Tastil
También en la Ruta Nacional 51 puedes visitar Santa Rosa de Tastil. Además de su tranquilidad y su entorno de montaña, el lugar es conocido por albergar uno de los sitios arqueológicos más importantes del noroeste argentino: las Ruinas de Tastil, que datan del siglo XIV. Este antiguo poblado preincaico llegó a tener miles de habitantes y fue uno de los centros urbanos más grandes de la región antes de la llegada de los españoles. Junto al sitio arqueológico se encuentra el Museo de Sitio de Tastil, donde se exhiben piezas halladas durante las excavaciones, como cerámicas, herramientas y tejidos, además de información sobre la cultura tastileña.
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Salinas Grandes
Hacia el norte de San Antonio de los Cobres sale una carretera que te llevará hasta otro punto de interés en las cercanías del pueblo. Se trata de las Salinas Grandes, ubicadas a más de 3.400 metros sobre el nivel del mar entre las provincias de Salta y Jujuy. Este inmenso desierto blanco que se extiende por más de 12.000 hectáreas se formó hace millones de años a partir de la evaporación de antiguos lagos andinos, dejando una gruesa capa de sal que hoy deslumbra con su brillo bajo el sol intenso del altiplano. En los días despejados, el contraste del cielo azul con el blanco del suelo crea un efecto casi irreal, y durante la temporada de lluvias, una fina capa de agua convierte la superficie en un espejo natural que refleja las montañas y las nubes.
Además de su belleza escénica, las Salinas Grandes tienen un importante valor económico y cultural. Allí se trabaja de forma artesanal en la extracción de sal, y podrás observar a los pobladores locales cortando los bloques y mostrando su proceso. También se ha convertido en un punto clave para la producción de litio, recurso muy demandado a nivel mundial.
En otro post te cuento cómo llegar a las Salinas Grandes

Cómo llegar a San Antonio de los Cobres
Llegar a San Antonio de los Cobres es toda una aventura y, al mismo tiempo, una de las experiencias más memorables que se pueden vivir en el norte argentino. El pueblo se encuentra a unos 165 kilómetros de Salta capital y su acceso principal es la Ruta Nacional 51, una carretera de montaña que atraviesa paisajes de quebradas, formaciones rocosas, montañas multicolores y pueblos puneños que parecen detenidos en el tiempo. La forma más común de llegar es por esta carretera, ya sea en vehículo propio, en autobús o mediante una excursión organizada. Si se viaja en coche, el recorrido toma entre 3 y 4 horas, dependiendo de las paradas.
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Ahora bien, también es posible acceder desde el lado de la provincia de Jujuy, aunque el trayecto es más largo y menos transitado. Lo que se suele hacer es combinar la visita a las Salinas Grandes y Purmamarca con San Antonio de los Cobres, cruzando la Cuesta de Lipán y continuando por caminos de ripio y altura que requieren precaución. Esta ruta es recomendable solo para conductores con experiencia en caminos de montaña y vehículos en buen estado.
Sea cual sea el punto de partida, es importante tener en cuenta la altura: al superar los 3.700 metros, algunas personas pueden sentir los efectos del mal de altura. Por eso, se recomienda ascender de manera gradual, hidratarse bien y evitar esfuerzos físicos intensos al llegar.

Como ves, hay varias cosas que visitar en San Antonio de los Cobres y sus alrededores de lo más interesante. Paisajes, historia y cultura se dan la mano en esta región algo remota de la provincia de Salta, a la que el turismo le está dando una oportunidad de reinventar su futuro. ¡Anímate a visitarlo!
Este artículo pertenece a la guía para viajar sola a Argentina
Viajera y fundadora de Quiero Viajar Sola. Desde que comencé a viajar sola en 2016 siempre tuve una inquietud: motivar a otras mujeres a viajar solas. Para ello, decidí crear este blog en 2018, en el que te cuento todos los viajes que he realizado en solitario en estos 9 años como viajera independiente y te doy consejos para que puedas organizar tu viaje por libre y disfrutar recorriendo el mundo en solitario.

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